Migración • Una buena parte de la fuerza laboral boliviana sale a otros países, lo que afecta a la productividad y competitividad.
Profesión • El desempleo en el país también se debe al desajuste entre el profesional que demanda el mercado y aquel que se forma.
Políticas • Con la industrialización, el Gobierno pretende crear 90 mil nuevos empleos para paliar el agudo problema del desempleo.
Gabriel Pérez realiza pequeños trabajos de albañilería desde hace un par de años. Como no tiene experiencia, los contratistas le pagan entre 450 y 500 bolivianos al mes. Al igual que esta persona, 1,56 millones de bolivianos (el 60% de la Población Económicamente Activa-PEA) perciben un salario que no les alcanza para cubrir todas sus necesidades.
De acuerdo con los datos del último informe sobre empleo de la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE), casi el 60% de la Población Económicamente Activa está incluida en la informalidad y el subempleo (empleo de subsistencia), que se caracteriza por salarios menores al mínimo nacional (Bs 500) o un trabajo de menos de 40 horas a la semana.
En otras palabras, de los 2,6 millones de personas que cuentan con una fuente de empleo, 1,56 millones están subempleadas o tienen un trabajo informal. Las explicaciones para esta causa son variadas. Pero un factor es el principal: el desempleo.
A pesar de haber logrado una profesión universitaria, mucha gente está conduciendo taxis, otros realizando funciones de mensajeros o de ayudantes, visitando oficinas con pesadas maletas para ofrecer productos adelgazantes o novedades comerciales americanas, divirtiendo a los niños con disfraces animados en los restaurantes, entre otras. Precisamente este panorama es parte del reflejo del subempleo y la informalidad.
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