El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dado por "encauzada" la grave crisis financiera de Chipre y ello a pesar del grave tropiezo que supuso la primera fórmula de ayuda pactada por el Eurogrupo y las poco meditadas declaraciones de su presidente Jeroen Dijsselbloem a quien ha exigido "prudencia y mesura".
Rajoy ha reconocido ante el pleno del Congreso que la última reunión del Consejo Europeo se saldó en buena medida con una decepción porque una vez más se ha puesto de manifiesto que la Unión avanza a un ritmo demasiado lento pese a que ya tiene sobre la mesa la hoja de ruta que debe seguir para salir de la recesión.
El presidente, no obstante, ha abierto su intervención refiriéndose a la crisis chipriota que, en su opinión, no se habría producido si hubiera existido ya unión bancaria en la UE.
Rajoy, en consecuencia, ha lamentado una vez más la falta de "ritmo e intensidad" a la hora de poner en marcha acuerdos que se han adoptado ya hace tiempo como por ejemplo los que se refieren a los planes de crecimiento, a los de impulso del empleo juvenil, a la unión fiscal o a la bancaria.
El presidente ha insistido en que España recalca sin cesar este objetivo ante sus socios pero también ha reconocido que se enfrenta a las sensibilidades distintas de otros países que deben aportar su voto para conseguir la necesaria unanimidad.
El presidente del Gobierno no sólo ha señalado que la prioridad ahora es "distinta" a la de comienzos del año pasado y se centra esencialmente enimpulsar el empleo y revertir la situación de recesión en la que se encuentra sumida la Zona Euro. Y ha puesto especial empeño en señalar que las "dos ideas fuerza" que repite en cada Consejo giran en torno a la reclamación de "responsabilidad y cohesión".
De paso, Rajoy ha reclamado a todas las fuerzas parlamentarias que le aporten cuantas "iniciativas y propuestas" tengan en relación con los cambios que necesita la UE para defenderlas en Bruselas.
Una reunión 'inane'
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no ha discrepado en el fondo de lo explicado por Rajoy aunque para él la última reunión de los líderes europeos no sólo fue decepcionante, sino que puede considerarse "inane".
También él se ha quejado de la exasperante lentitud comunitaria y sobre todo de la austeridad ortodoxa que impone Alemania y que, en su opinión, está condenando a los países del sur a una situación desesperada que "se pudre más cada día".
Rubalcaba también ha arremetido duramente contra el presidente del Eurogrupo, el holandés, Dijsselbloem, pero no sólo porque él ha pedido que se explique con detalle quién o quiénes tomaron la primera decisión que suponía el corrralito para los depósitos bancarios cualquiera que fuera su cuantía, pasando por alto que en la UE están garantizados y protegidos hasta el límite de 100.000 euros.
El líder de la oposición sí ha coincidido plenamente con el presidente del Gobierno en la necesidad de abrir el debate acerca del estatuto del Banco Central Europeo para que aumente sus competencias a imagen y semejanza de la Reserva Federal de EEUU, el Banco de Japón o el Banco de Inglaterra, para poder desplegar una estrategia de expansión monetaria que impulse en estos momentos el crecimiento.
Rubalcaba ha finalizado su intervención aprovechando para poner sobre la mesa su propuesta de creación de un fondo dotado con mil millones de euros para comabatir de manera urgente la pobreza en España.
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