Tres asesinatos en menos de una semana, y entre ellos el de la religiosa estadounidense Dorothy Stang, han decidido al gobierno brasileño a enviar un contingente de 2.000 efectivos militares para evitar el desborde de la violencia en el estado amazónico de Pará, al norte de Brasil. Pará es la región de Brasil donde se verifican más denuncias de trabajo esclavo o en condiciones degradantes, y de depredación ambiental a gran escala; también tiene en su haber el mayor índice de asesinatos ligados a disputas por tierras.
Entre 1985 y 2001, casi 40% de las 1.237 muertes de trabajadores rurales en Brasil sucedieron en ese estado. Dorothy Stang, la misionera estadounidense asesinada el sábado en un poblado rural de Pará, había sido una pertinaz crítica de la impunidad con que actuaban los terratenientes de la región.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario