
Evo, Evo presidente, todo el pueblo está presente". El cantito más conocido de la campaña electoral se escuchaba fuerte anoche por las calles del centro de La Paz junto con miles de bocinas que aportaban a la emocionada celebración por la abrumadora victoria conseguida por el líder cocalero Evo Morales. El triunfo por más de 20 puntos lo dejó a un paso de convertirse en el primer presidente indígena de la historia de este país y el primero que es elegido en las urnas en una primera vuelta. En su primer discurso resaltó el aporte de los sectores medios y empresarios a su partido y lanzó un categórico llamado a los inversores a confiar en Bolivia. Anoche, al cierre de esta edición, la mayoría de los sondeos de boca de urna le daban al hombre de Cochabamba un 51% de los votos, lo que indicaba que llegaría a la presidencia sin necesidad de segunda vuelta en el Parlamento. Casi a las 22 horas locales (una más en Chile), un inusualmente locuaz Evo Morales habló desde Cochabamba, su tierra de base, donde agradeció a su pueblo y habló de "depurar" a la Corte Nacional Electoral, luego de haber hecho durante todo el día denuncias de "depuraciones" del padrón que afectaron la elección."Tenemos que cambiar nuestra historia", dijo Evo, quien recordó que el movimiento indígena "no es excluyente" y que la propuesta es terminar con el Estado neoliberal. "Antes nos mataban con bala y ahora quisieron matarnos con mentiras y guerra sucia", dijo, al tiempo que señaló que también agradecía a las clases medias y a los empresarios que se acercaron al MAS en los últimos tiempos. "EL MAS no extorsiona a los empresarios que quieren invertir en Bolivia", agregó, en una frase interpretada aquí como un claro llamado a las inversiones que tanto necesita este país."Bolivia no es inviable como tratan de hacer entender. No estamos solos, ya recibí llamados de gobiernos internacionales", dijo. El líder cocalero resaltó además que es necesario el apoyo de la comunidad internacional para lograr la gobernabilidad que muchos análisis entienden como difícil de lograr. El mapa electoral que se dibujaba anoche estaba preparado a la medida de los sueños de millones. No sólo porque Evo Morales le arrancaba más de 20 puntos a su adversario inmediato, sino porque el MAS se quedaba con las gobernaciones (prefecturas) en cinco de los nueve departamentos. Según los sondeos a boca de urna disponibles anoche, Morales obtenía el 51% de los votos contra 30% para Jorge "Tuto" Quiroga. Tercero quedara el empresario Samuel Doria Medina, con 8,2% de sufragios a su favor.Los sondeos a boca de urna indicaban además que el MAS estaba a punto de conseguir la mayoría en la Cámara de Diputados. En el Senado, en tanto, y luego de que se especulara por semanas con las dificultades que podría encontrar un gobierno de Morales con una legislatura adversa, se vislumbraba un empate, con 13 senadores para el MAS, 13 para Podemos y 1 para el MNR, una metáfora del pobre lugar al que quedaron reservados los partidos tradicionales en Bolivia.El país estuvo pendiente ayer también de los resultados en las elecciones para prefectos (gobernadores) de los nueve departamentos. Algunos de los electos como José Luis Paredes, ex alcalde de El Alto y Rubén Costas, ex presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, no resultaron una sorpresa, aunque sí han adquirido una legitimación que los pone a la cabeza de sus distritos por lo que serán los interlocutores habituales de Morales, una vez que asuma la presidencia. Para analistas como Eduardo Gamarra, esto habla de una elección inteligente, que busca en estas diferencias una riqueza del sistema democrático. En Tarija, la provincia más rica en gas, en tanto, el ganador para prefecto era Mario Cossio, del MNR, quien pasó por encima al ex presidente Jaime Paz Zamora (MIR). Cossio era presidente de Diputados en junio, cuando debió renunciar forzadamente a la sucesión presidencial, en lo que fue la gran hecatombe política de los partidos tradicionales. Eran cerca de las 9 de la noche cuando "Tuto" Quiroga, una vez más vestido de rojo y acompañado de María René Duchén, su candidata a vice, reconoció en su cuartel general del hotel Radisson la derrota. "Reconocemos un mandato absolutamente claro", dijo un Quiroga serio, aunque con cierto viso de alivio, tras una campaña dura, y en la que tuvo que dar cuenta por gravísimos errores de sus asesores que terminaron de cristalizar a Evo en las preferencias del electorado. El ex presidente Carlos Mesa apareció anoche en su canal de televisión, recién llegado de Europa, y señaló que "era necesario que un indígena llegara a la presidencia"."Bolivia entera ha optado por el cambio y éste es el signo de la historia", dijo el flamante vicepresidente electo Alvaro García Linera, quien también dio un discurso amplio, en el que agradeció a diferentes sectores de la población. "No vivíamos un momento así de histórico desde 1952 (la revolución de Paz Estenssoro) y hemos vencido la infamia", dijo García Linera, quien habló en las oficinas del MAS en La Paz, acompañado por una pequeña multitud y con Juan del Granado, alcalde de la capital, a su lado. Las mayorías silenciosas y ultrajadas de siglos dieron ayer su palabra en las urnas. Resta esperar si el hombre elegido será capaz de dar respuesta al tamaño de tanta esperanza.
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