martes, marzo 21, 2006

"La alianza con Argentina se facilita por el respeto que tenemos con Kirchner"


Los invito a leer esta entrevista que trae hoy el diario El Clarín de Buenos Aires:
Es la primera semana. Chile se llenó de expectativas. El balance es que el arranque de Michelle Bachelet en el sillón de La Moneda fue de paso firme. En sólo un par de días ordenó que los mayores de 60 años tengan asistencia sanitaria gratuita. Esta entrevista se realizó con el retumbe de una agenda incesante. Fue ayer, justamente, horas antes de llegar a Buenos Aires, que Bachelet anunció la formación de la comisión que se encargará de reformar al sistema binominal, el último enclave pinochetista de la Constitución. Ese cambio es una de las estrellas de esta gestión. La otra es ordenar el sistema privado de jubilación, que deja a la mitad de los afiliados en la banquina. Esta es una síntesis de un diálogo con Clarín.—Argentina es su primer viaje como presidenta al exterior.
¿Qué expectativa tiene con el país que ha descripto como parte de una alianza estratégica para Chile?.
Bueno, la relación con Argentina siempre ha sido estratégica para Chile, pero a partir de los años 90 este carácter estratégico se ha comenzado a llenar de contenido positivo. Este cambio es de la mayor importancia para Chile, y como Presidenta es mi obligación continuarlo y consolidarlo.—
¿No hubo trabas en la relación, la cuestión del gas por ejemplo?
La relación bilateral continúa una marcha general positiva y si la miramos globalmente, a pesar de las dificultades en energía o transporte, continúa siendo beneficiosa para ambos. Nuestra relación económica es mutuamente beneficiosa, y tenemos amplias coincidencias sobre la forma en que vemos al mundo, así como en las prioridades de nuestras políticas exteriores.
¿Cómo influye la situación internacional y la de la región en esta alianza?.
Bueno, es justamente en torno a estos dos ámbitos, global y región, donde tenemos coincidencias importantes que se han mantenido en el tiempo. La construcción de esta alianza política se basa en que tenemos objetivos muy similares en materia de política exterior y de integración, fortalecer la concertación política regional para derrotar la pobreza, consolidar las democracias, y profundizar la integración.—Está bien, pero no se le debe escapar que en la región hay un tema que está alterando la situación de esta zona como lo es la crisis de las papeleras.
¿Chile tiene una propuesta?
El presidente Tabaré Vásquez me planteó el tema durante su visita, y le señalé que Chile aboga por que ambos países alcancen un acuerdo mutuo y satisfactorio.
¿Qué opina, sinceramente, del Mercosur?
Hay voces fuertes que sostienen que el organismo de este modo no tiene futuro. —Es sabido que los gobiernos democráticos de Chile siempre han sido partidarios de los procesos de integración en la región, porque tienen efectos políticos y económicos positivos. Crean, políticamente, espacios de coordinación más estrecha e incluso para la unión política cuando son exitosos, y económicamente agregan dinamismo a las economías porque reducen los costos de transacción. Pero, claro, es verdad que al mismo tiempo son procesos enormemente complejos, porque se deben conciliar muchos intereses legítimos que a veces son contradictorios.
¿Es una de las razones por las cuales no está Chile plenamente en el Mercosur?
Todo eso es esperable, y en gran medida ha ocurrido durante estos años, y por eso, justamente, es que Chile ha optado por un camino de mayor gradualidad y realismo en el proceso de integración. Siempre lo hemos apoyado políticamente, pero hemos sido transparentes para decir hasta dónde podemos avanzar de manera sustentable. —Antes hablamos del problema energético con Argentina. Es uno de los temas álgidos en la agenda binacional.
¿Qué medidas o acuerdos lleva en su valija para esta primera visita oficial?
El criterio central debe ser el de buscar soluciones comunes a problemas comunes.
¿De qué modo?
Porque el problema es importante...—Este es un tema de gran sensibilidad para Chile, y me parece que el presidente Kirchner lo ha entendido y ha dado las señales apropiadas en ese sentido. Por un lado, se ha garantizado que no habrá cortes del abastecimiento domiciliario (en Chile), y por el otro, se ha establecido un mecanismo de trabajo ad hoc entre los dos países para enfrentar conjuntamente las situaciones derivadas de la escasez de gas.
¿Es una solución el proyecto de un gasoducto desde Venezuela al sur del continente?
Chile es un firme partidario de la profundización del proceso de integración, incluyendo su dimensión energética y de infraestructura. Si existe posibilidad de participar en este proyecto, lo estudiaremos con el mayor interés.—En Argentina importa mucho el futuro de la jubilación privada en Chile que, a la luz de su proyecto estrella, la reforma previsional, se hace evidente que no está funcionando como se esperaba.
¿En qué va a consistir la reforma que usted propone?
Hoy este sistema funciona bien para algunos ciudadanos, pero no funciona para muchos otros. Los expertos señalan que cerca de la mitad de los futuros pensionados no tendrá ahorros suficientes para financiar siquiera una pensión mínima. Y por no haber trabajado y cotizado 20 años, no tendrán el derecho a una garantía estatal de pensión mínima. Esa situación hay que corregirla.
¿Cómo se la resolverá?
Crearemos incentivos para que las personas, especialmente los jóvenes y los trabajadores independientes, hagan aportes al sistema. Así tendrán pensiones dignas en el futuro. El otro gran problema son los altos costos para los usuarios de las administradoras de fondos de pensiones. Y mientras más altos los costos, menores las pensiones futuras. Tomaremos medidas para aumentar la competencia en el sistema.
¿Por qué Chile ha crecido pero con una redistribución tan inequitativa?
Chile ha avanzado mucho en estos años en lo político, económico y lo social. Nuestra economía mantiene un buen ritmo de crecimiento y se encuentra sana, y hemos desplegado una red cada día más densa de políticas públicas para proteger a los más vulnerables.—Sin embargo...—Sin embargo, a pesar de todos nuestros éxitos, sí aún persisten una serie de inequidades socioeconómicas. Por eso mi gobierno pondrá el acento en completar los ámbitos de política pública aún deficitarios, como la cobertura preescolar, o el mismo sistema de pensiones, de modo que de aquí a cuatro años Chile cuente con un sistema relativamente completo de protección social que garantice servicios mínimos a las familias de menores recursos.
¿Qué grado de afinidad encuentra con el matrimonio Kirchner? ¿Cómo definiría su relación personal?
Yo he señalado que Argentina y Chile se encuentran construyendo una alianza estratégica.—Si, pero más específicamente sobre su relación con Kircher y su esposa.—Bueno, tengo confianza en que esta tarea, de la mayor importancia para nuestros países, se pueda ver facilitada por la relación de cordialidad y respeto que hemos desarrollado con el presidente Kirchner y la senadora Cristina Fernández.

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