domingo, junio 11, 2006

SAN PABLO: CIUDAD SIN DIOS

En San Pablo, los narcos manejan las favelas desde las cárceles. Quiénes son y cómo lo hacen. Vivencias desde una ciudad siempre a punto de estallar. Artículo de Gustavo Sierra /enviado especial del Clarín a San Pablo, Brasil . Joao pide una pinga y el que está detrás del mostrador le sirve dos dedos de líquido blanco de una botella de cachaça Villa Velha. "Hay que festejar", me dice Joao y sonríe mostrando una boca con pocos dientes. Brinda, Joao, por "el triunfo" de las bandas de delincuentes que tuvieron tomada por tres días a San Pablo. El Primer Comando de la Capital (o PCC), el cartel de narcotraficantes que desafió al gobierno paulista por ordenar el traslado de sus líderes a una cárcel demáxima seguridad, lanzó una ofensiva contra la policía que desató una dura batalla de cuatro días. Cuando el humo de las armas se disipó, las estadísticas decían que se habían registrado 180 ataques, habían muerto unas 200 personas –incluidos 41 policías– y los 20 millones de habitantes de la mayor megalópolis de Sudamérica habían conocido el terror. "El PCC está muy bien organizado. Hacen sus negocios y nos protegen. Antes, acá venía la policía y hacía lo que quería. Entraba en las casas y se robaba todo. Ahora, entran con miedo. Saben que siempre hay alguien que los está apuntando", me cuenta Joao después de asegurarme que él no es un bandido.

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