El Gobierno boliviano solicitó formalmente a su similar de Chile “suspender con fecha abierta” el encuentro entre las delegaciones diplomáticas de ambos países que debían reunirse entre el jueves y viernes en Iquique, para tratar, en el marco de la III Reunión del Grupo de Trabajo, la controversia sobre las aguas del Silala. Según información difundida por ANF, el tema debía abordarse como parte de la agenda de 13 puntos que los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Chile, Michelle Bachelet, definieron hace un año, el 17 de julio de 2006. La dirección de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores informó que el titular de esa cartera de Estado, David Choquehuanca, remitió la semana pasada a su par chileno, Alejandro Foxley, la solicitud correspondiente. En la misiva se explica que el Gobierno boliviano viene sosteniendo una serie de encuentros y reuniones con todos los involucrados en el tema del Silala, entre ellos las autoridades y cívicos de Potosí, el Viceministerio de Cuencas, el Instituto Geográfico Militar, las Fuerzas Armas y el Poder Legislativo, entre otros.
Cabe recordar que los manantiales del Silala están ubicados en el cantón Quetena de la provincia Sud Lípez de Potosí, donde afloran 94 ojos de agua y generan unos 200 litros por segundo que se escurren por canales artificiales hacia el Norte chileno. La distribución de las aguas del manantial es el centro de una disputa entre Chile y Bolivia. Aunque de poco caudal, el Silala es significativo no sólo porque se vincula con el reclamo boliviano de una salida soberana al Pacífico, sino con el ineludible tema de la escasez de agua en el ámbito mundial. El Gobierno chileno afirma que el Silala es un río internacional de curso sucesivo y, por tanto, su uso está regulado por el derecho internacional. Bolivia, en cambio, sostiene que se trata de manantiales que afloran a la tierra y que no están regidos por leyes internacionales.
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