Los demócratas parecen preferir a Hillary Clinton, por lo que Barack Obama suele criticarla con el fin de debilitar la posición de su principal rival en la candidatura a la nominación presidencial del partido. Las críticas lanzadas por Obama hacia la dos veces senadora y ex primera dama recuerdan que, a pesar de todo el dinero de su campaña y las promesas esperanzadoras, él sigue rezagado tras ella en la mayoría de las encuestas nacionales y estatales. Y cuando uno está en segundo lugar, la única opción disponible es criticar a quien va a la cabeza. Entre las críticas que ha vertido en las últimas semanas, Obama ha rechazado la idea de que ella esté más preparada para el puesto. ''La única persona que probablemente estaría preparada para ser nuestro Presidente desde el primer día sería Bill Clinton, no Hillary Clinton'', señaló. Además, en repetidas ocasiones le ha recordado a los votantes que ella respaldó la resolución que autorizó la guerra en Irak, intentando quitarle cualquier crédito que pudiera tener por rechazar ahora esa decisión.
''Las historia no puede rehacerse en un asunto tan importante como la guerra'', señaló, y consideró que el enfoque de ella en torno al tema es ``intrincado''. También ha minimizado los esfuerzos de Clinton de presentarse como la candidata del cambio. ''El cambio no puede ser sólo una frase publicitaria'', denunció Obama. ``Tiene que significar que no estamos haciendo lo mismo que hemos estado haciendo''. La campaña de Obama intenta convencer a los electores de que Clinton es una candidata fruto de Washington, mientras que él traerá puntos de vista frescos para los votantes cansados de la política usual. Sin embargo, tiene que caminar una tenue línea cuando se pone a criticar a sus rivales, de forma que los electores no lo vean como un político más que se dedica a atacar. 'Es un territorio riesgoso para alguien que se presenta como un `promotor de la esperanza' que 'dejará atrás' la política tradicional'', comentó Dan Newman, estratega demócrata en California. ``El más ligero tufo de negatividad por parte de Obama corre el riesgo de provocar que los votantes cuestionen su cuidadosa presentación personal de ser un nuevo tipo de candidato que está por encima de las críticas''. Y debe tener cuidado de no criticarla demasiado duro, añadió Jamal Simmons, veterano de cuatro campañas presidenciales demócratas.
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