martes, marzo 07, 2006

Acuerdos de EE.UU. con India

Los acuerdos entre los EE.UU. y la India, anunciados en el marco de la visita del presidente George W. Bush a Nueva Delhi, muestran el papel moderador estratégico que le asigna a este país la principal potencia del mundo en la búsqueda de un nuevo equilibrio internacional que incluye la delicada cuestión del poderío atómico. Es una cuestión de realismo político que desborda el marco de los regímenes internacionales de no proliferación. De hecho, la India es uno de los cuatro países que no ha firmado el Tratado de No Proliferación y con este acuerdo se puede estar sentando un precedente de mayor incertidumbre aún respecto de la vigencia y cumplimiento de los compromisos en la materia. Pero lo cierto es que los peligros actuales derivan menos de la carrera armamentista y el desarrollo nuclear de las potencias cuanto de la diseminación de armas de destrucción masiva en poder de regímenes belicosos o, eventualmente, a disposición de grupos no estatales, redes mafiosas u organizaciones terroristas, y de las disputas por recursos energéticos. Es así como la India y Pakistán, cuyo prolongado conflicto por Cachemira significó durante muchos años una principal fuente de peligro para la seguridad internacional, precisamente por la posesión de armas nucleares en los dos casos, son ahora Estados con los que las principales potencias cuentan como contrapartes más confiables para regular o limitar los graves conflictos y amenazas que proliferan en esa región. Hay un valor estratégico adicional de la India para EE.UU.: es un contrapeso al poder y la influencia de China en el continente asiático. Para la comunidad internacional, es otra evidencia de los límites de los regímenes multilaterales construidos en la posguerra. El carácter estratégico que los EE.UU. le asignan a la India en el actual tablero geopolítico incluye la búsqueda de un acuerdo nuclear con aquel país, que está fuera del Tratado de No Proliferación pero actúa como factor de equilibrio.
Editorial del diario El Clarín de Buenos Aires

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