El cambio de ministros que se produjo la noche del martes en el Palacio de Gobierno, representó el inicio de una nueva actitud política del presidente de la República, Evo Morales, quien declaró que está dispuesto a lograr ´acuerdos sin imposiciones´, incluso en la Constituyente. En la noche, el MAS anunció que hizo una nueva concesión en la Asamblea. Al cabo de una reunión en Sucre, Morales y los asambleístas propusieron una salida para destrabar la Constituyente. La fórmula consiste en que todos los temas sean sometidos a 2/3 de voto hasta el 2 de julio, y que los que no hubieran sido aprobados, sean puestos a consideración de un referéndum. ´Trabajemos de manera conjunta Se los pido personalmente, coordinemos con todos los alcaldes, con todos los prefectos de manera unida para servir al pueblo boliviano (…), sobre todo, quiero pedir unidad e integridad de todo el pueblo boliviano´, declaró el Primer Mandatario en la inauguración de la feria de Alasita.
La frase lanzada ayer al mediodía cobró mayor sentido cuando el ex ministro de Educación, Félix Patzi, expresó su preocupación por el futuro del proyecto de cambio ideológico, como efecto de la crisis de gabinete. ´Esta es una apuesta para lograr mayor consenso; creo que la visión de una nueva utopía para las mayorías ha quedado frenada´, dijo Patzi, en un diálogo telefónico con La Razón. ´Algunos ministros (del anterior y actual gabinete), no están compenetrados con el proyecto descolonizador´, añadió el ministro que lideró la visión indigenista del gobierno de Morales. La noche del lunes, el Presidente removió a siete ministros de Estado, entre ellos a Félix Patzi, y posesionó a cinco hombres y dos mujeres, todos con formación de izquierda. Uno de ellos, Wálter Delgadillo, muy cercano a Juan del Granado, líder del Movimiento Sin Miedo y principal aliado del presidente Morales.
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