El papa Benedicto XVI inauguró en el santuario brasileño de Aparecida una reunión clave para la acción de la Iglesia Católica en Latinoamérica, desafiada por una sociedad que el clero considera cada vez más liberal y permisiva. Benedicto XVI afirmó que el "mayor tesoro de los latinoamericanos es su fe en Dios", no "su ideología política, ni un movimiento social, ni tampoco un sistema económico". El Pontífice lo afirmó durante la misa en el Santuario de Nossa Senhora de Aparecida, realizada esta mañana ante unos 150.000 fieles ubicados en el interior de la basílica, considerada el mayor santuario mariano del mundo, y fuera de ella, en su plaza. El Sumo Pontífice arribó a las 9.39 locales a la Basílica a bordo del papamóvil, desde el seminario Bom Jesus, donde está alojado.
Sonriente, Joseph Ratzinger abrió la ventanilla blindada del papamóvil para saludar y bendecir a los miles de fieles que coreaban su nombre y alzaban las banderas de sus respectivos países y carteles con frases de afecto al Pontífice. En el Santuario, el Papa consagrará una misa dedicada a la realización de la V Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y el Caribe (Celam). Se espera que la reunión provea una guía para una ofensiva evangelizadora de la Iglesia en la región, que el Pontífice ha reclamado, y con la que buscará restablecer su tradicional poder, hoy erosionado por la acción agresiva de cultos evangélicos y sus férreas posiciones contrarias al uso del preservativo, la homosexualidad y el divorcio.
Benedicto XVI llegó a Brasil el miércoles, en un viaje en el que ha exaltado los valores "radicalmente" cristianos y ha indicado además que la cumbre eclesiástica marcará el rumbo de la iglesia latinoamericana en la próxima década. Defensor de ideas vistas como conservadoras y enemigo de la izquierdista corriente de la Teología de la Liberación, que influenció por años la Iglesia en Brasil y América latina y que combatió desde el Vaticano antes de convertirse en Papa, Benedicto XVI dijo también que los pobres deben estar en el centro de la acción pastoral.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
Sonriente, Joseph Ratzinger abrió la ventanilla blindada del papamóvil para saludar y bendecir a los miles de fieles que coreaban su nombre y alzaban las banderas de sus respectivos países y carteles con frases de afecto al Pontífice. En el Santuario, el Papa consagrará una misa dedicada a la realización de la V Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y el Caribe (Celam). Se espera que la reunión provea una guía para una ofensiva evangelizadora de la Iglesia en la región, que el Pontífice ha reclamado, y con la que buscará restablecer su tradicional poder, hoy erosionado por la acción agresiva de cultos evangélicos y sus férreas posiciones contrarias al uso del preservativo, la homosexualidad y el divorcio.
Benedicto XVI llegó a Brasil el miércoles, en un viaje en el que ha exaltado los valores "radicalmente" cristianos y ha indicado además que la cumbre eclesiástica marcará el rumbo de la iglesia latinoamericana en la próxima década. Defensor de ideas vistas como conservadoras y enemigo de la izquierdista corriente de la Teología de la Liberación, que influenció por años la Iglesia en Brasil y América latina y que combatió desde el Vaticano antes de convertirse en Papa, Benedicto XVI dijo también que los pobres deben estar en el centro de la acción pastoral.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires

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