Se enfrentan desde el viernes las dos facciones palestinas en el gobierno, Hamas, del primer ministro Ismail Haniye y Al Fatah, del presidente Mahmud Abbas (Abu Mazen). Explosiones de los morteros, cargas improvisadas, disparos y choques continuos ocupan la vida cotidiana de la ciudad. Por lo menos 44 palestinos murieron en los enfrentamientos intestinos desde el estallido de la violencia, hace seis días. Solo el martes, la jornada más letal de la crisis, hubo 20 muertos. "Esto es un verdadero infierno. Es lo peor que hemos vivido. Mucho peor que lo que pasaba antes de las negociaciones en La Meca -dijo Soher Shaaban, una mujer residente con su familia en Dir el-Balah-. Aquí todavía está relativamente calmo, pero en la ciudad de Gaza propiamente dicha es imposible y por eso mi esposo, captando cómo iba todo, me recogió temprano del trabajo, sacamos a los niños de la escuela y nos encerramos en casa".
El martes, en la mañana, Hamas atacó la casa particular de Rashid Abu Shbak, jefe de la Seguridad Nacional palestina, y mató a seis de sus guardias, mientras él se encontraba fuera. En otro hecho de violencia, Hamas mató a cinco miembros de Fatah en una emboscada. Luego, dieron muerte a media decena de sus propios hombres, al equivocarse en la identificación del automóvil en el que viajaban.Hombres armados de Hamas prendieron fuego al edificio en el que vivía una legisladora de Al Fatah, luego de golpearla a ella y a sus dos hijos. Decenas de personas quedaron atrapadas en el edificio en llamas. "Hamas ha decidido convertir Gaza en un mar de sangre -dijo el portavoz de Fatah, Maher Meqdad-. Si esto sigue, se desplomará el acuerdo de La Meca y eso será responsabilidad de Hamas".
A la inseguridad absoluta y al temor constante de verse atrapados en el fuego cruzado, se agregó la oscuridad total en la que quedaron sumidos los pobladores por largas horas debido a los daños causa por los ataques. Al tiempo, decenas de cohete Kassam fueron disparados hacia Israel y varios civiles debieron ser hospitalizados por las heridas sufridas. El gabinete israelí, encabezado por el primer ministro, Ehud Olmert, llevó a cabo una reunión de emergencia, en la que se ordenó al ejécito actuar contra células responsables de los lanzamientos de cohetes hacia su territorio. El gabinete no aprobó un operativo de gran envergadura, pero las acciones puntuales ya se iniciaron. Israel atacó desde el aire con misiles una comandancia de Hamas en Rafah, al sur de la Franja, con un saldo de 4 muertos. "No podemos dejar de responder cuando nuestros ciudadanos son agredidos. Nuestra decisión es reaccionar con dureza", dijo un comunicado de la oficina del Premier. Anoche, a pesar del alto el fuego declarado por las partes -que entraba en vigencia a las 20.00 hora local-, hubo nuevos choques entre hombres armados, en los que murió un miembro de Al Fatah y dos de Hamas resultaron heridos. Hombres armados de Hamas prendieron fuego al edificio en el que vivía una legisladora de Al Fatah, luego de golpearla a ella y a sus dos hijos.

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