Casi 40 países y numerosas organizaciones internacionales celebrarán hoy en París una conferencia de donantes para conseguir ayuda económica para el Líbano en la que se anunciará, según ha adelantado la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, que este país aportará unos 700 millones de dólares para la reconstrucción del Líbano y el apoyo al primer ministro, Fuad Siniora.
El ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se reunirá en París con Rice, con quien analizará la situación en Oriente Medio, en Líbano y Afganistán, entre otras cuestiones de interés común, según ha informado a Efe un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores. En concreto, la aportación de EEUU, cuya aprobación pedirá el presidente Bush al Congreso, servirá para financiar el presupuesto del Líbano, equipamiento militar y programas de reconstrucción de las infraestructuras destruidas tras la guerra con Israel del pasado año. Poco antes del anuncio de Rice, la Comisión Europea ha anunciado una ayuda de unos 600 millones de dólares hasta 2010, y el presidente de Francia, Jacques Chirac, un préstamo de 700 millones de dólares en "condiciones muy ventajosas". El primer ministro libanés, Fuad Siniora, ha declarado que espera "resultados muy buenos".
Siniora ya ha anunciado que serán necesarios miles de millones para poder mejorar su deuda pública, que asciende a más de 40.000 millones de dólares, y renovar las infraestructuras destruidas en la guerra. "El coste de ayudar al Líbano, por muy caro que pueda parecer, es mucho menor que el coste de no ayudarle", ha dicho Siniora a la prensa. Además de las aportaciones que lleguen desde Occidente, el primer ministro libanés espera "un apoyo muy fuerte" de los países árabes, si bien no ha querido aventurar una cifra sobre el monto de las promesas esperadas en la reunión.
Reconstrucción a largo plazo
Todas las aportaciones anunciadas, especialmente la de la UE y la de EEUU, se hacen con vistas, no sólo a la reconstrucción inmediata, sino también a largo plazo, para reforzar las instituciones políticas, la situación económica y el Gobierno de Siniora. De la ayuda estadounidense, según un funcionario estadounidense citado por Reuters, unos 190 millones irán a parar, en efectivo, al Gobierno libanés para reformas económicas, entre las que podrían estar el aumento de impuestos o la reducción de subsidios. Otros 170 millones serían para financiar al Ejército libanés. También habría partidas para la misión de paz en el país y otros proyectos de reconstrucción. En cuanto a la aportación europea, según el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, se trata de una "señal de compromiso con el Líbano y el proceso de paz en Oriente Medio". "Ahora es momento de avanzar y afrontar las reformas políticas y económicas necesarias", ha agregado Barroso. El apoyo al Ejecutivo de Siniora llega en un momento de fuerte confrontación con Hizbulá, su principal oposición, que acaba de dar por finalizada una huelga general tras advertir de nuevas acciones en el futuro, y pedir la dimisión del primer ministro y la creación de un Gobierno de unidad nacional.
Todas las aportaciones anunciadas, especialmente la de la UE y la de EEUU, se hacen con vistas, no sólo a la reconstrucción inmediata, sino también a largo plazo, para reforzar las instituciones políticas, la situación económica y el Gobierno de Siniora. De la ayuda estadounidense, según un funcionario estadounidense citado por Reuters, unos 190 millones irán a parar, en efectivo, al Gobierno libanés para reformas económicas, entre las que podrían estar el aumento de impuestos o la reducción de subsidios. Otros 170 millones serían para financiar al Ejército libanés. También habría partidas para la misión de paz en el país y otros proyectos de reconstrucción. En cuanto a la aportación europea, según el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, se trata de una "señal de compromiso con el Líbano y el proceso de paz en Oriente Medio". "Ahora es momento de avanzar y afrontar las reformas políticas y económicas necesarias", ha agregado Barroso. El apoyo al Ejecutivo de Siniora llega en un momento de fuerte confrontación con Hizbulá, su principal oposición, que acaba de dar por finalizada una huelga general tras advertir de nuevas acciones en el futuro, y pedir la dimisión del primer ministro y la creación de un Gobierno de unidad nacional.

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