Dos semanas después del asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri y en medio de un aluvión de manifestaciones y críticas al Gobierno prosirio, el actual jefe del Ejecutivo libanés, Omar Karami, ha anunciado la dimisión en pleno de su gabinete.
La presión popular, ha cobrado por lo pronto el gabinete de Karami. La tormenta no está calmada. Se podría empujar a adelantar las elecciones presidenciales, y apresurar la salida de las tropas sirias del Líbano.
El Gobierno se enfrentaba en el Parlamento a las críticas de la oposición, que acusa al Gobierno prosirio y a Damasco de estar implicados en el asesinato. Se preveía que el debate se cerrara con un voto de censura contra el Gobierno, pero tras una pausa para almolzar, Karami subió al podio para anunciar la dimisión del Gobierno en pleno.
La presión popular, ha cobrado por lo pronto el gabinete de Karami. La tormenta no está calmada. Se podría empujar a adelantar las elecciones presidenciales, y apresurar la salida de las tropas sirias del Líbano.
El Gobierno se enfrentaba en el Parlamento a las críticas de la oposición, que acusa al Gobierno prosirio y a Damasco de estar implicados en el asesinato. Se preveía que el debate se cerrara con un voto de censura contra el Gobierno, pero tras una pausa para almolzar, Karami subió al podio para anunciar la dimisión del Gobierno en pleno.
La manifestación popular está desatada, y se observa una determinación en que los 16.000 efectivos que Siria tiene desplegados vuelvan a su nación.
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