Millones de enfermos de todo el mundo dependen de medicamentos genéricos fabricados en la India. Ante la próxima modificación de su ley de patentes sobre fármacos, que "limitará y puede llegar a impedir la producción y el suministro de terapias vitales asequibles", Médicos Sin Fronteras pide al gobierno indio que garantice que los pacientes en los países en desarrollo continuarán recibiendo estos fármacos.
En los últimos años, la India ha jugado un papel decisivo en el suministro de versiones genéricas asequibles de medicamentos utilizados en los países en vías de desarrollo. También ha liderado los debates sobre las barreras que suponen las patentes para el acceso a medicamentos en la OMC, y ha luchado por medidas en las regulaciones internacionales sobre patentes que protejan la salud pública.
Pero la obligación del país de acatar la ley de la OMC, conforme a la cual deberán otorgarse patentes de 20 años a los productos farmacéuticos, podría poner en peligro esta reputación, "a menos que los políticos indios utilicen su poder de forma inteligente", según MSF. La vida de millones de personas que utilizan medicamentos indios asequibles depende de las políticas que este país adopte en el futuro respecto a estas patentes, afirma MSF.
El ejemplo más flagrante está en el VIH/SIDA. De las 700.000 personas que actualmente reciben tratamiento antirretroviral en los países en desarrollo, un 50% depende de la producción de genéricos indios. MSF trata a 25.000 personas con antirretrovirales en 27 países, y aproximadamente un 70% de los pacientes en esos programas utilizan medicamentos indios.
Antes de generalizarse el uso de genéricos en 2001, tratamientos parecidos costaban más de 10.000 dólares por paciente al año, 40 veces más que hoy. La disponibilidad de terapias de dosis fijas combinadas, o de tres píldoras en una, fabricadas en la India ha revolucionado estos tratamientos.
En los últimos años, la India ha jugado un papel decisivo en el suministro de versiones genéricas asequibles de medicamentos utilizados en los países en vías de desarrollo. También ha liderado los debates sobre las barreras que suponen las patentes para el acceso a medicamentos en la OMC, y ha luchado por medidas en las regulaciones internacionales sobre patentes que protejan la salud pública.
Pero la obligación del país de acatar la ley de la OMC, conforme a la cual deberán otorgarse patentes de 20 años a los productos farmacéuticos, podría poner en peligro esta reputación, "a menos que los políticos indios utilicen su poder de forma inteligente", según MSF. La vida de millones de personas que utilizan medicamentos indios asequibles depende de las políticas que este país adopte en el futuro respecto a estas patentes, afirma MSF.
El ejemplo más flagrante está en el VIH/SIDA. De las 700.000 personas que actualmente reciben tratamiento antirretroviral en los países en desarrollo, un 50% depende de la producción de genéricos indios. MSF trata a 25.000 personas con antirretrovirales en 27 países, y aproximadamente un 70% de los pacientes en esos programas utilizan medicamentos indios.
Antes de generalizarse el uso de genéricos en 2001, tratamientos parecidos costaban más de 10.000 dólares por paciente al año, 40 veces más que hoy. La disponibilidad de terapias de dosis fijas combinadas, o de tres píldoras en una, fabricadas en la India ha revolucionado estos tratamientos.
La aplicación de estas terapias ha sido posible porque en la India no existen las limitaciones que suponen las patentes a las combinaciones de estos medicamentos en un solo comprimido. Cuando este y otros países en desarrollo con capacidad de producción empiecen a conceder patentes, los fabricantes ya no podrán producir versiones genéricas de medicamentos patentados.


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