Blair sonríe...

Restan menos de 24 horas para los sufragios. Esta podría ser la crónica de un triunfo en las urnas anunciado, pero los electores suelen dar sorpresas – sólo habría que preguntarle a los cerebros de Partido Popular-. A pesar de la factura que le está pasando su decisión de acompañar a George Bush en la Guerra en Irak, Tony Blair aventaja a sus adversarios en cerca de nueve puntos, un indicador que los laboristas saborean con timidez. No hay que olvidar que un 36% de los británicos se mantiene indeciso. En los sufragios de 1945 los británicos dieron la espalda a Winston Churchill; y en 1992 otra bomba informativa que dio la vuelta al mundo: todos los sondeos daban el triunfo a los laboristas pero los conservadores obtuvieron una victoria que aún retumba en los oídos de quienes ahora están en el poder. El líder del Partido Conservador (‘tories’), Michael Howard, o el jefe del Partido Liberal Demócrata, Charles Kennedy, mantienen esperanza poco fundadas, pero ahí están. Los dos líderes políticos han centrado sus mensajes hacia el 36% de británicos que se mantiene indeciso, cifra que pone en serio peligro la mayoría parlamentaria que busca conseguir Blair para ganar los comicios. Consciente de que no tiene el triunfo en el bolsillo, el Premier británico ha llamado a los electores a ejercer el ‘voto útil’, es decir, a sufragar por el laborismo y evitar votar a favor de otras formaciones políticamente afines, como los liberales demócratas. Según un último sondeo difundido este miércoles por "The Times", los laboristas superan en 14 puntos a los conservadores.