Elección en Gran Bretaña: ¿Quiénes son los candidatos?

Tony Blair Anthony Charles Lynton Blair es el premier laborista de más largo servicio en el Reino Unido y el líder más joven de ese partido polítco en sus 100 años de historia. A diferencia de lo que se cree, el Primer Ministro británico no es inglés. Tony Blair nació en Edimburgo, Escocia, en 1953. Hijo de un abogado y profesor universitario, Blair pasó gran parte de su niñez en la ciudad de Durham, en el norte de Inglaterra, pero a la edad de 14 años regresó a la capital escocesa para completar su educación en el prestigioso Fettes College. Blair estudió leyes en la Universidad de Oxford, y se dedicó a la abogacía en Londres. El hecho de no proceder de la clase trabajadora es un factor que, según los analistas, ha definido sus problemas de identidad a lo largo de su carrera política. Casado con una abogada de gran influencia -Cherie, con quien tiene cuatro hijos- Tony Blair dirige desde 1994 el Partido Laborista, al que llevó al poder en 1997 luego de más de una década en la oposición. Sus críticos más severos, creen que despliega un talento teatral para la autopromoción y que se deja llevar en exceso por las encuestas y los grupos de opinión. Para las elecciones parlamentarias del 5 de mayo de 2005, el Partido Laborista de Blair llega con el nivel más alto en las preferencias electorales de acuerdo con diferentes encuestas especializadas. Sin embargo, el primer ministro británico ha sido fuertemente cuestionado, una vez más, sobre su decisión de participar en la guerra de Irak, al grado de que ha sido llamado "mentiroso" por su principal rival, el conservador Michael Howard. Su popularidad ha descendido a menos del 30 por ciento, cuando llegó a estar en niveles del 70 por ciento de aprobación. Sin embargo, de acuerdo con una encuesta del matutino The Guardian, más de la mitad de la población británica ve en Blair a un político carismático.

Michael Howard Para Michael Howard el ascenso político no ha sido fácil. Su imagen discreta de abogado, y su ascendencia judía, son algunas de las razones probables. La imagen con la que Michael Howard, líder del partido conservador llega, pocos días antes de las elecciones parlamentarias en el Reino Unido, es de político duro, poco carismático, y ex colaborador de los ex primeros ministros, Margaret Thatcher y John Major. Su partido fue desplazado del poder en 1997. Pero una especie de resurrección llegó a su andar político al ser elegido líder de los conservadores, a la edad de 62 años. Para recuperar popularidad dentro de la clase media británica, que movió su simpatía mayormente hacia el Partido Laborista de Tony Blair, Howard ha tratado de reposicionar a su partido como una opción política moderna, social y comprensiva. El hacer uso de un discurso populista ha entrado también en la línea estratégica de Howard, al capitalizar políticamente las fallas del gobierno laborista en temas fundamentales para el electorado como son salud y la guerra en Irak. Howard ha anunciado que impodrá una cuota a quienes buscan asilo en el Reino Unido en caso de ser electo Primer Ministro. Otro de los temas en el que Howard ha insistido es la inmigración, al sugerir establecer medidas de control y de paso, señalar que las políticas de Tony Blair en la materia se han relajado demasiado. Paradójicamente, sus padres fueron inmigrantes provenientes de Rumania.


Charles Kennedy Nacido en Inverness, Escocia, Charles Kennedy es parlamentario hace casi 20 años.Haciendo gala siempre de buen humor y un carisma envidiado por muchos, conduce a los liberal-demócratas en la batalla electoral británica de este año. A sus 41 años, Charles Kennedy finalmente alcanzó la herencia que casi todo erudito había predicho para él, al principio de su carrera. Fue ampliamente identificado como el futuro líder del Partido Social-Demócrata, que luego se transformó en la Alianza y finalmente en el Partido Liberal-Demócrata. Esta identificación comenzó poco después de su arribo a la Cámara de los Comunes, como su miembro más joven, en 1983. ¿Por qué? Se ha visto favorecido tempranamente por las virtudes que todavía hoy muestra: su carisma, su aparente sentido común e imperturbabilidad, y su capacidad de reírse de sí mismo. Como un highlander (montañés) escocés con una fuerte conciencia social, es visto por muchos como el líder ideal para aquellos liberales que todavía miran con nostalgia las glorias pasadas. Hoy Kennedy llega a la batalla electoral con 44 años y un bebé recién nacido de su esposa y pareja sentimental de muchos años, Sarah. El pequeño Donald, parece haber inyectado al liberal demócrata de nueva energía. Kennedy es también un gran fumador y gusta de la bebida. Algunos parlamentarios lo acusan de ser un poco flojo. Sus discursos son cortos y usualmente humorísticos. Se le critica el que en momentos, parezca un poco tímido. Pero en un mundo político dominado por hombres hiperactivos, el discreto perfil de Kennedy probablemente es lo que muchos votantes desean.