Los chinos suben a medir sin error el Everest

Desde hace más de un siglo, el Everest ostenta el título sin discusión del ’monte más alto de la Tierra’. Su altura, 8.848 metros, permanece invariable desde la década de los cincuenta. Pero un equipo de topógrafos y montañeros chinos ultima la ascensión a la mítica montaña para determinar si el pico ha ’menguado’ en los últimos años. La culpa, sostienen, la tendría el cambio climático. Los 22 científicos y montañeros chinos, que medirán el Everest por primera vez en 30 años, están a punto de llegar a la cima. Partieron en la mañana del viernes de un campamento situado a 7 mil 028 metros y esperan llegar a la cumbre a 8 mil 848.13 metros, según cálculos de 1975 el próximo domingo o el lunes siguiente. Según el jefe de la expedición, Zhang Jiangyuan, el ascenso puede verse dificultado por las recientes nevadas, aunque no espera que el mal tiempo dificulte las labores de medición ni la llegada a la cumbre del Qomolangma -nombre con el que los chinos y tibetanos conocen al Everest-. Un segundo grupo, también de 22 personas, partirá hoy de un campamento situado a 7 mil 028 metros de altura para completar los análisis científicos y llegará a la cima un día después que el primer equipo. En la expedición hay nueve mujeres montañeras, de las que cuatro ya han coronado la cumbre con anterioridad. Es parte de un programa de investigación china en el Everest, que comenzó en marzo y ha descubierto, por ejemplo, que la montaña más alta del mundo fue incluso mayor en la prehistoria y llegó a tener 12 mil 000 metros de altura hace unos 13 millones de años. Los científicos chinos además construyeron el centro de observación meteorológica más alto del mundo, situado a 6 mil 500 metros sobre el nivel del mar. El Everest se generó, como el resto del Himalaya, por la colisión de la placa tectónica India y la Euroasiática, hace aproximadamente 65 millones de años. Según algunas teorías, el calentamiento del planeta y la consecuente fusión de glaciares podrían haber causado un descenso de 1.3 metros en la altura de esta montaña, que fue escalado por primera vez en 1953 por el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tensing Norgay.
La historia de la montaña
En el año 1808, un equipo de topógrafos británicos ayudados por oficiales de la Indian Survey emprendieron la tarea de localizar y dar nombre a la montaña más alta del mundo. Hacia 1830 llegaron al Himalaya, y en 1847 comenzaron a realizar observaciones detalladas de las cumbres. El problema era que las medidas tenían que hacerlas desde una distancia enorme: hasta 240 kilómetros. Por eso, entonces llegaron a la conclusión de que "probablemente", el pico más alto del mundo era el Kanchenjunga -en realidad, la tercera más alta del mundo-, aunque a veces veían "un pico entre las nubes", que denominaron ’b’, que podía ser "igual o más alto". En 1849 enviaron al topógrafo James Nicolson a la zona, cargado con un teodolito de 500 kilos de peso -que era transportado por 12 hombres- y que en dos meses hizo 36 mediciones desde cinco estaciones distintas, la más cercana a 173 kilómetros de la montaña. Sin saberlo, acababa de completar las observaciones que establecían que el monte ’b’, hoy conocido como Everest, era el más alto del mundo, aunque entonces su informe establecía la altura media del pico en "unos 9.000 metros". En 1856 otro topógrafo, Andrew Waugh, trabajando sobre los datos obtenidos por su colega estableció la altura ’exacta’ en 8.839 metros, lo que aupaba a esta montaña al trono de ’techo del mundo’, aunque entonces recibía el nombre de Pico XV. Fue el propio Waugh quien ’bautizó’ oficialmente al monte, que ya entonces era conocido por los locales como Chomolungma. El nombre elegido fue Everest, como homenaje al topógrafo general de la India. Su decisión fue reconocida oficialmente por la Royal Geographical Society en 1865. La estimación de la altura realizada por este topógrafo fue dada por buena durante casi un siglo, hasta que en la década de los 50 varios topógrafos nepalíes utilizaron un sistema de triangulación y observaciones mucho más cercanas de las montañas para darle su nueva altura: los 8.848 metros ’oficiales’ que tiene el Everest en la actualidad. En mayo de 1992, una expedición estadounidense colocó en la cumbre un prisma que permite hacer mediciones con láser, aunque las realizadas hasta el momento dan cifras muy parecidas a las obtenidas hace casi medio siglo.