Para EE.UU., Brasil es el líder regional

En medio de las tensiones diplomáticas y comerciales entre la Argentina y Brasil, el gobierno de Estados Unidos elogió ayer al presidente Luiz Inacio Lula da Silva y calificó a su país de “líder de la región”, al tiempo que renovó sus reclamos a la Casa Rosada. Recordó que la administración de Néstor Kirchner “aún debe afrontar desafíos extraordinarios” si desea sostener el crecimiento económico. El contraste no pudo ser más evidente en el discurso del secretario adjunto para América Latina del Departamento de Estado, Roger Noriega, que expuso la visión presente y futura de la diplomacia estadounidense sobre toda la región, durante la 35° Conferencia Anual del Consejo de las Américas. Noriega recordó que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, completó el sábado último su primera gira por Brasil, Colombia, Chile y El Salvador, sus principales aliados en América latina, y, de inmediato, marcó diferencias. "El viaje de la secretaria Rice a Brasil permitió resaltar nuestras muchas similitudes, ya que ambos somos dos grandes democracias multiétnicas", comentó Noriega durante su discurso. "Damos la bienvenida al rol de Brasil como líder regional y lo vemos como un socio valorable en el esfuerzo por promover seguridad, estabilidad y prosperidad en este continente y más allá", destacó. El principal diplomático de la administración republicana para América latina mezcló luego palabras de aliento y reclamos para la Argentina, que afronta "extraordinarios, extraordinarios desafíos", subrayó. "Mientras se ha recuperado de su crisis económica, la Argentina ha permanecido como un miembro activo y valorado de la comunidad regional y mundial", destacó Noriega, que de inmediato recordó que "mucho debe hacerse para asegurar que sea sustentable el actual crecimiento económico" del país. Minutos antes, la secretaria Rice había destacado que en América "gobiernos de todos los colores políticos están hoy de acuerdo en que lo que hay que construir son democracias con libre mercado" y que "todos compartimos un consenso en que la democracia y la libertad económica son el camino al éxito". Pero las diferencias también se percibieron en los elogios que Noriega dirigió, o calló, a los presidentes de cada país. Omisión El diplomático citó por sus nombres y felicitó, por ejemplo, a los presidentes de Colombia, Alvaro Uribe; de Chile, Ricardo Lagos, y de Perú, Alejandro Toledo, y en particular al brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva. "Estamos disfrutando hoy de las relaciones más positivas y más abiertas en la memoria reciente, debido en gran parte a la relación personal del presidente Bush con el presidente Lula", comentó Noriega, que no aludió en su discurso de 45 minutos al gobierno argentino ni al presidente Néstor Kirchner frente a los más de 200 diplomáticos y empresarios que asistieron a la conferencia. Noriega sí elogió a "los argentinos". "Aplaudimos al compromiso con la democracia de la gente de Argentina, aun cuando la nación afrontó su mayor crisis de la historia", subrayó. Apenas un par de horas después, y en la misma conferencia del Consejo de las Américas, el subsecretario interino del Tesoro para Asuntos Internacionales, Randal Quales, redobló los reclamos al gobierno argentino y señaló que debe resolver "desafíos significativos". Quales, que era el segundo de John Taylor y quedó a cargo de las relaciones del gobierno de Estados Unidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros países hasta que el Congreso apruebe el pliego de Timothy Adams, recordó que aunque "las políticas macroeconómicas están bien" la Casa Rosada debe resolver "asuntos pendientes". El funcionario del Tesoro citó la renegociación de las tarifas de los servicios públicos, la responsabilidad fiscal de las provincias, la reforma bancaria y ciertas áreas de infraestructura, en particular, para garantizar la provisión energética. "La reestructuración de la deuda ha sido un paso importante, pero debe quedar claro que resta mucho por hacer si la Argentina quiere garantizarse un crecimiento sustentable", destacó, lo que ejemplificó con los "agujeros fiscales" que las provincias argentinas mostraron en los últimos años y que, aunque ahora desaparecieron, no se reformó nunca el sistema para garantizar que no se repitan en el futuro. La respuesta no se hizo esperar: el presidente del Banco Central, Martín Redrado, afirmó que "los planteos de los bancos están cerrados" y que ya "no hay más que discutir sobre reforma bancaria desde el momento en que las casas matrices han recapitalizado sus representaciones en el país". Redrado detalló que las entidades bancarias recapitalizaron más de 500 millones de dólares en el primer trimestre del año.