BOLIVIA: En manos del Congreso viabilidad de agenda nacional y elecciones generales

Un Parlamento con un predominio de los partidos tradicionales (MNR, MIR y NFR), deslegitimados y derrotados en su intento de ungir al aún presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, será -nuevamente- el encargado de asumir el reto de establecer los acuerdos políticos y el nuevo entramado constitucional y legal para viabilizar las elecciones generales y la agenda nacional. Sin embargo, el nuevo Presidente de la República, Eduardo Rodríguez Veltzé, dio un mensaje muy esclarecedor sobre la responsabilidad de su gobierno de transición. Dejó en claro que por mandato constitucional los temas de la nacionalización de los hidrocarburos, la Asamblea Constituyente, el referéndum sobre las autonomías y el adelantamiento de los comicios generales es un resorte del Congreso Nacional. En ese sentido, el también presidente del Senado, anunció que a partir de este martes, los parlamentarios reanudarán sus labores legislativas en la ciudad de La Paz, con una reunión de jefes de bancada y brigadas parlamentarias para llegar a un acuerdo de corto plazo sobre los mecanismos de concertación para viabilizar, “sin traumas”, la agenda nacional. En ese escenario de concertación, se prevé nuevamente un ambiente de confrontación entre los partidos tradicionales y las nuevas fuerzas políticas emergentes (MAS y MIP), además que volverán a emerger las disputas regionales. Los comités cívicos, empresarios y parlamentarios de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando han anunciado que exigirán la realización de la elección de prefectos y el referéndum autonómico para el siguiente 12 de agosto. Aunque la Corte Nacional Electoral (CNE) propuso sumar esfuerzos en las elecciones nacionales que podría concretarse en los siguientes 18 meses. En contraposición, los movimientos sociales, de trabajadores, campesinos, indígenas y pueblos originarios han expresado su posición a favor de la nacionalización de los hidrocarburos y una Asamblea Constituyente que incluya a las “autonomías y no al revés”. En ese contexto, la Iglesia Católica, que la semana pasada inició un conjunto de encuentros con poderes estatales, partidos y organizaciones sociales, pero ante la intempestiva renuncia del presidente Carlos Mesa, estos esfuerzos quedaron en statu quo. Sin embargo, la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) se encuentra a la expectativa de los hechos en el país.