EL ANILLO
Costos • La factibilidad del anillo energético depende de la construcción de un gasoducto de 1.200 kilómetros entre Perú, Chile y Argentina. El proyecto costaría $us 2.500 millones.
Invitada • Bolivia fue invitada a participar en la próxima reunión de equipos técnicos que trabajará en el proyecto y que se reunirá el próximo 4 de junio en Perú. El proyecto sólo tomará en cuenta al mercado.
Costos • La factibilidad del anillo energético depende de la construcción de un gasoducto de 1.200 kilómetros entre Perú, Chile y Argentina. El proyecto costaría $us 2.500 millones.
Invitada • Bolivia fue invitada a participar en la próxima reunión de equipos técnicos que trabajará en el proyecto y que se reunirá el próximo 4 de junio en Perú. El proyecto sólo tomará en cuenta al mercado.
Fuera de sus fronteras, Bolivia es vista como uno de los engranajes centrales para cualquier proyecto energético que se impulse en la región, incluido el anillo energético que, según expertos, no deja de ser una propuesta alternativa para el suministro de gas. Ayer llegó al país el ex presidente peruano Valentín Paniagua y señaló que “Bolivia no puede ser excluida de ningún proyecto de integración energética latinoamericana”. Aseguró que esto es “inevitable”. Un día antes, el ministro de Economía de Chile, Jorge Rodríguez, había señalado que sería “fantástico” que Bolivia pase a ser un actor activo en el anillo energético, proyecto que su país, conjuntamente Perú, Argentina, Brasil y Uruguay, junto a Paraguay, impulsan como un plan alternativo de suministro en base al reservorio peruano de Camisea. En el mismo sentido, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos D'Arlach, reveló que hace dos semanas recibió una llamada del secretario de Energía de Argentina, Daniel Camerón, quien le aseguró que, para ellos, “Bolivia sigue siendo la prioridad”, ya que el anillo energético no ha dejado de ser un proyecto “en estado embrionario”. Entretanto, la Cámara de Diputados de Paraguay declaró de “interés nacional el gasoducto de Bolivia a Asunción y Ciudad del Este, en base a un proyecto de resolución que fue presentado por el diputado liberal Fernando Oreggioni, según informa el diario ABC de ese país. El experto en temas energéticos Luis Carlos Kinn sostuvo que el anillo energético no debe preocupar a Bolivia, porque los precios de transporte que requeriría el gas peruano de Camisea no son competitivos desde ningún punto de vista. Aseguró que se está realizando una campaña de desinformación, muy similar a la que Bolivia ha sufrido en los últimos años. “Creo que hay que ponerle coto a esto, ellos están buscando una alternativa para diversificar su dependencia energética, eso es todo”. Asimismo, precisó que para construir un gasoducto por Chile y Argentina, el Perú tendría que descubrir reservas adicionales, lo que tomaría su tiempo, ya que Bolivia, cuando suscribió contrato petrolero con Brasil, tardó ocho años en exportar.
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