BOLIVIA: Los líderes del cerco urbano admiten que perdieron la brújula

Los dirigentes que lideraron el cerco a La Paz y a El Alto durante tres semanas no asumen responsabilidades por las pérdidas causadas al país, admiten que no cumplieron sus objetivos y ahora no saben en qué dirección marchar. Dicen que están pensando cómo retomar sus demandas. Uno de ellos asegura que no tenían la intención de perjudicar a la gente y otro cree que el gran perdedor fue el pueblo. El diario La Razón en un excelente trabajo periodístico que bien vale la pena leer para entender las claves del conflicto en Bolivia, entrevistó a los dirigentes que protagonizaron las protestas durante tres semanas para que evalúen el conflicto frente a la ola de críticas por las pérdidas causadas al país. Respondieron el dirigente de las juntas vecinales de El Alto, Abel Mamani; el representante de la Central Obrera de esa ciudad, Edgar Patana; el concejal Roberto de la Cruz; el rector de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), Fernando Gutiérrez; y el ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, Jaime Solares. Mamani dijo que “el paro jamás fue dirigido para perjudicar a los vecinos”, aunque reconoció que la gente no pudo comprar gas ni abastecerse de alimentos. De la Cruz fue el más crítico de la protesta. Dijo que el más perjudicado fue el pueblo y cree que a futuro se debería pensar en otros mecanismos de presión, pero siempre en unidad porque sino sería un suicidio. Reconoce que no se lograron los objetivos y que todo fue un fracaso. El rector de la UPEA también cree que hay un sentimiento de frustración en El Alto y que se tendrá que trabajar mucho para generar nuevos líderes “si queremos tomar el poder”. También considera que no se lograron los objetivos trazados, sobre todo, la nacionalización de los hidrocarburos y que ahora se está analizando qué hacer.