miércoles, junio 22, 2005

China privatizará parte de las 42 más grandes empresas estatales

El gobierno de China anunció un fuerte programa de privatizaciones parciales de sus grandes empresas, en otro paso hacia reformas de mercado que aprovechen el enorme potencial de negocios que presenta el gigante asiático. La Bolsa de Shanghai reaccionó positivamente y por primera vez en varias semanas se posicionó sobre los 1.100 puntos. El proceso involucra a sectores como bancos, siderurgia o electricidad. Justamente un objetivo oficial es incrementar el volumen del mercado de capitales y aflojar los controles públicos sobre la actividad privada, que no permiten despegar a la Bolsa de Shanghai y al segundo recinto bursátil del país, ubicado en Shenzhen. El anuncio contempla a más de cuarenta grupos chinos, pero ya se anticiparon movidas anunciadas entre el último fin de semana y ayer. Por ejemplo, el Bank of America de Estados Unidos participará con 2.500 millones de dólares en el Banco de Construcción de China, en la mayor inversión de una sola empresa extranjera en una compañía local. El de Construcción es uno de los 4 grandes bancos estatales chinos y está muy involucrado en el proceso de reformas. Y en otro caso, el gigante siderúrgico estadounidense Alcoa adquirió la totalidad de la firma SLIEC de Shanghai (ya poseía 60%) y con ella abastecerá a los mercados asiáticos de equipos para embalajes, el sector en que opera la empresa. Ahora, la decisión de Beijing apunta a permitir la inyección de capital extranjero en 42 empresas, entre ellas Baosteel, primera acería china y cuarta de Asia; Yangtze Power, operadora de la represa hidroeléctrica de las Tres Gargantas, la mayor del mundo, y Citic Securities, una corredora de valores bursátiles. Se calcula que el valor de las acciones que saldrían a la venta alcanza a 200.000 millones de dólares. China es hoy ya la séptima potencia económica del mundo por el tamaño de su Producto Bruto Interno. Por eso, ya fue invitada por segunda vez a la cumbre del G 8 que se hará el mes próximo en Escocia. Este año la economía china volvería a crecer 9,4% y su comercio exterior, 16%. Es sin dudas uno de los motores de la producción internacional y si hasta el año 2020 el presidente Hu Jintao espera que el PBI se multiplique por cuatro, los expertos calculan que los consumidores chinos gastarán en los próximos diez años cinco veces más de lo que gastan ahora. Para dar sólo dos ejemplos, los chinos cerrarán en los próximos cinco años un cuarto de todos los contratos nuevos de telefonía móvil del planeta -ya tiene casi 700 millones de usuarios-, y la automotriz General Motors de EE.UU. prevé que China se convertirá el año que viene en el segundo mercado automovilístico del mundo.Pero el gobierno comunista cree que falta incentivar más la actividad privada y, aunque con cautela, anunció su nueva reforma. El anuncio de venta de acciones de empresas públicas incluyó algunos detalles. Beijing dijo que no habrá una total liberalización en el control de esos grupos, que hasta ahora sólo cotizan en Bolsa hasta un tercio del capital, y no del más "valioso": los extranjeros no pueden adquirir las acciones clase A, las de mayor poder. En mayo hubo un plan piloto con cuatro firmas, y de estas 42 no se anunció la fecha oficial de apertura de ventas.Algunos analistas creen que las empresas mencionadas (la acería, la operadora de represas y la financiera) encontrarán rápidamente inversores; no así las firmas restantes, que abarcan una amplia gama de actividades.Sin embargo el gobierno es consciente de que la caída de sus Bolsas el año pasado obedeció al temor de analistas de que se inundara el mercado con acciones de poco valor. Por eso se trata de empresas grandes en todos los casos que se pondrán a la venta. Así confía en que, cuando especifique todo el programa, atraerá la atención de importantes compradores internacionales lo que traduce en más compañías globales participando en el gigante asiático

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