Así describen los diarios argentinos la derrota sufrida ante Brasil, hace media hora en la final de la Copa de Confederaciones. El Clarin en portada titulo principal: Jugó muy mal y cayó por una goleada inobjetable. Hubo mucha distancia entre un Brasil contundente y un equipo de Pekerman sin variantes futbolísticas y que pareció agotado en lo físico. Vaya novedad: Brasil era de temer. Sus variantes, sus nombres y, sobre todo, su actitud de ir siempre para adelante. Eso estaba claro y ni el más optimista imaginaba un trámite sencillo ante los campeones del mundo.Sin embargo, la versión que se vio de Argentina en los primeros minutos permitió ilusionarse. Porque Riquelme, cuándo no, se hizo dueño del equipo y metió esos pases en profundidad tan suyos para que el Chelito Delgado aprovechara su rapidez por el sector izquierdo, donde los brasileños daban algunas ventajas.Pero todo se abrió a partir del primer gol. Se jugaban diez minutos y la defensa argentina quedó a mitad de camino. Adriano, a quien no se le puede regalar un metro, acomodó su cuerpo y dentro de la medialuna del área sacó un zurdazo inatajable.Ahí salió disparada la Selección. Fue Sorin por la izquierda, fue Zanetti por la derecha, fueron todos por el medio. ¿Qué hizo Brasil? Acertó, se tiró atrás y cedió la iniciativa. De esta manera, Argentina se vino con los ojos cerrados, sin ideas y a los ponchazos. También dejó espacios atrás y se expuso a las letales réplicas. No estuvo enchufado Ronaldinho y se pasó durante todo el primer tiempo hablando con los rivales y con el árbitro. Pero sí Kaká, también Robinho y de a ratos Adriano. Eso le bastó a Brasil para ampliar la ventaja. Kaká la llevó atada y apenas encontró un espacio sacó un remate a colocar, que se metió en el segundo palo de Lux.
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