sábado, junio 25, 2005

Irán: Nuevo Presidente el más duro entre los duros

Sorpresivo ganador de las elecciones presidenciales iraníes, el ultraconservador Mahmoud Ahmadinajad, de 49 años, intenta transmitir la imagen de un sencillo hombre del pueblo, pero es un duro entre los duros. Ex oficial del ejército ideológico de los Guardianes de la Revolución, este hombre menudo y seco, de mirada penetrante y cuidada barba negra, era un desconocido hasta que llegó a la alcaldía de Teherán en mayo de 2003, beneficiado por una débil participación en las elecciones municipales. Como alcalde de la capital, además de prometer solucionar el eterno problema del tráfico, restringió las actividades de los centros culturales de la ciudad y los convirtió en centros de enseñanza y difusión de los valores religiosos del islam. Desde la alcaldía, además, predicó el respeto estricto de las normas islámicas, exaltó la "pureza" de los primeros años de la revolución, rechazó una reanudación de las relaciones "impuestas" por Estados Unidos y denunció los métodos "imperialistas" de las potencias occidentales. Pero entre los más desfavorecidos caló hondo su discurso sobre la redistribución de la riqueza -por lo que se lo llamó "el Robin Hood iraní"-, y la población común, amenazada por el desempleo y la inflación, también le brindó su apoyo. Este licenciado en ingeniería e hijo de un herrero de Semnan (Norte), se presenta como un hombre simple que vive de un salario de profesor y un buen musulmán sin ambición personal. Además, se muestra con traje de barrendero, circula en un auto barato y se precia de no utilizar la infraestructura municipal para su campaña, aunque el jefe de redacción del diario local fue destituido tras negarse a apoyarlo. Según la biografía que aparece en su página de Internet, Ahmadinajad se jacta de ser uno de los miembros fundadores de la asociación estudiantil que asaltó, en 1979, la embajada estadounidense en Teherán, lo que supuso la ruptura de las relaciones diplomáticas entre los dos países. "Los estadounidenses rompieron relaciones con Irán para presionarlo. Si quieren restablecerlas, es por las mismas razones. No queremos esas relaciones impuestas", afirmó. Es el Primer Presidente de Irán, desde la Revolución Islámica laico. Pero es un fiel seguir del líder espiritual el Ayatola Jomeini. O sea su triunfo se fundo en tres ejes: llegar a los sectores pobres con un discurso de redistribución de los recursos del petróleo; enfrentar a la línea liberal de los cláricos iraníes y representar el pensamiento ultra conservador. Ahí, están las claves que explican su "sorpresivo" triunfo.

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