jueves, junio 30, 2005

PAC-MAN CUMPLE 25 AÑOS

Las pastillas del abuelo. Nació inspirado en una pizza y se convirtió en referente pop. Por vigencia o fetichismo retro, despierta pasiones entre jugadores que son menores que él. Una antigüedad precoz sobrevive en el ciber. Desde hace 25 años la cultura tecno viene identificándose con una misma representación iconográfica (en distintas versiones): pelotitas amarillas animadas, con gestualidad propia, que comen pastillitas, que sonríen, que bailan, que te guiñan el ojo. Su genealogía se resuelve en tres generaciones fácilmente reconocibles: ¿no es Pac-Man el padre del Smile y el abuelo del Emoticón? El japonés Toru Iwatani, diseñador de Namco, se inspiró en una pizza (de la que ya se había comido una porción) para crearlo. Posiblemente sin imaginarse que estaba pariendo a un referente pop del que más tarde se harían desde dibujitos animados a innumerable merchandising, un tema propio y hasta el Pacroad, un auto con su forma. Pac-Man fue, además, el primer videogame que le permitió a los jugadores controlar un objeto animado porque, hasta ese momento, los juegos eran protagonizados por naves, tanques y, claro, por la austera noción del tenis que impuso el Pong. Aunque pasaron 25 años del episodio de la pizza (dato accesorio: el primer nombre que tuvo fue “Puck-Man” pero, por la peligrosa proximidad con la mala palabra en inglés, lo cambiaron a “Pac”) y de su debut como juego en los Estados Unidos, Pac-Man tiene un estatus prematuro de fetiche retro. No tiene gráficos espectaculares ni sonido envolvente pero te diviertes igual. Los juegos de antes no necesitaban de la violencia para ser adictivos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA