miércoles, julio 13, 2005

PORTADA DE LA PRENSA DE LONDRES

Hasib Hussain, de 19, Shehzad Tanweer, de 22, británicos de origen paquistaní, sembraron el pasado 7-J el terror en Londres junto a un cuarto hombre. Los tres identificados residían en Leeds llevando una vida de aparente normalidad. Khan era padre de familia. Hussain vivía con sus padres y Tanweer trabajaba en la tienda de su progenitor. En los últimos meses el primero se convirtió en un devoto religioso y el segundo viajó a Pakistán y Afganistán. La Policía ha identificado al cuarto terrorista. El pasado miércoles, en esta zona del norte de Inglaterra, Khan, casado y padre de un niño de ocho meses, Hussain y Tanweer, se subieron en coches alquilados rumbo a Luton, donde parece que residía el cuarto terrorista, según informa Times en su edición digital. Al día siguiente, sobre las 7.40, los cuatro amigos tomaron el tren hacia King's Cross, cada uno cargado con 4,5 kilos de explosivos en una mochila. En esta estación fueron captados por las cámaras, riéndose, sobre las 8.30 poco antes de dirigirse hacia sus objetivos. Veinte minutos más tarde estallaba la primera bomba en Aldgate, la que portaba al parecer Shehzad Tanweer. 50 segundos más tarde, otro terrorista aún no identificado hace estallar otra bomba en la línea Piccadilly y casi simultáneamente, Mohammed Sidique Khan perpetra un tercer atentado en Edgware Road, según Times. Cerca de una hora más tarde, el más joven de los terroristas, Hasib Hussain, a bordo de un autobús, hace estallar la última bomba en Tavistock Square. La desaparición de éste último, paradójicamente, es la que pone sobre la pista a los investigadores para identificar a los autores de la masacre. Según Times, la madre de Hussain denunció angustiada el 7-J a las diez de la noche, más de doce horas después de los atentados, que desconocía el estado de su hijo describiendo la vestimenta con la que había salido de casa el día anterior cuando les dijo que iba a Londres con algunos amigos. En el lugar del atentado se encontrÓ su cuerpo sus tarjetas y carnet de conducir. The Independent asegura que este joven había sido sometido a una fuerte disciplina por parte de sus padres al haber sido un adolescente muy rebelde. Hace unos 18 meses se convirtió en un 'devoto religioso'. La Policía británica, centrada ya en la búsqueda de los 'cerebros' de los atentados de Londres, cree que en ellos murieron al menos tres terroristas suicidas, todos ellos británicos de origen paquistaní, mientras que se está investigando si en el cuarto de los atentados, en la línea de Piccadilly también había un 'kamikaze. "Él no era radical"
Al menos uno de ellos, Shehzad Tanweer, un joven de 22 años que trabajaba en una tienda de su padre en Leeds, viajó recientemente a Afganistán y Pakistán, según declaró un vecino de la localidad de Beeston, en el condado de West Yorkshire. Tanweer era graduado en Ciencias del Deporte. "Lo conocía de toda la vida, era un niño de una buena familia. Un niño agradable, lo vi crecer desde muy pequeño hasta la actualidad. Le gustaba salir, le gustaba jugar al fútbol, al cricket, eso era lo que quería hacer", asegura. Preguntado sobre si alguna vez expresó opiniones radicales, el vecino y amigo dijo: "Nunca, él no era así". "Siempre sonreía, era uno de esos chicos que nunca piensas que podía ser terrorista. Es por eso que estoy conmocionado que haya matado a toda esa gente", subrayó.



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