En la revista ‘Veja’, el Partido de los Trabajadores admitió que recibió aval financiero de empresario investigado por enriquecimiento ilícito. En un nuevo giro en el peor escándalo de corrupción en Brasil en una década, el socialista PT, al que pertenece el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quedó ayer sábado una vez más en entredicho cuando ‘Veja’ publicó las denuncias que comprometen a importantes líderes de la organización. "Veja" ha sido uno de los medios de comunicación que han ayudado a destapar un supuesto esquema de sobornos practicado por el PT a cambio del apoyo legislativo de otros partidos a iniciativas del Gobierno presentadas ante el Congreso, donde el PT tiene franca minoría. Según el nuevo reportaje de "Veja" el publicista Marcos Valerio Fernandes, figura clave en el supuesto pago de sobornos avaló un préstamo equivalente hoy a un millón de dólares a favor del PT y otorgado por el Banco de Minas Gerais, en el 2003. Fernandes había negado haber sido fiador del Partido, pero documentos del Banco Central difundidos por el semanario probaron lo contrario. En la operación aparecen también como fiadores José Genoino, presidente nacional del PT y Delubio Soares, tesorero del partido.
Según otras denuncias publicadas por la prensa, entre 1997 y 2004 la fortuna personal de Fernandes creció 60 veces y pasó desde 230.000 reales a 14 millones de reales (unos cinco millones de dólares) a través de oscuras operaciones que involucrarían a empresas y organismo públicos. Soares, quien el viernes había jurado que las denuncias contra el PT forman parte de un plan de la derecha para derrocar a Lula, había negado que Fernandes hubiese respaldado créditos a favor del PT. No obstante, el tesorero del PT admitió que sus informaciones fueron "incompletas y por lo tanto inexactas". Soares explicó en una nota oficial que a inicios del 2003 el partido contó con el aval de Fernandes para obtener el préstamo de 2,4 millones de reales ente el Banco de Minas Gerais. También admitió que el PT no logró cumplir con los pagos, por lo que refinanció el préstamo y una primera cuota, equivalente a unos 100.000 dólares fue cubierta por Fernandes. Por su parte, Genoino dijo que el préstamo es absolutamente legal y forma parte de las reglas comerciales, aunque ordenó al tesorero del partido que presente todos los documentos respectivos para ser divulgados a la prensa. Según la denuncia de "Veja", en la operación no habría nada ilegal a no ser por el hecho de que Fernandes posee una empresa publicitaria cuya principal fuente de ingresos son los contratos con el Gobierno federal que preside el PT. De esta forma el pago de la deuda en moratoria pudo haber salido de los cofres públicos. SMP&P, la empresa de Fernandes maneja contratos millonarios con el Ministerio de los Deportes, la compañía de Correos (donde se está investigando otro esquema de sobornos a cambios de licitaciones) y la Cámara de Diputados, que presidía el PT hasta el año pasado. Otra empresa de Fernandes mantiene un contrato con el estatal Banco do Brasil del cual habría recibido 105 millones de reales (unos 30 millones de dólares en 2004), según Veja. El diputado del Partido Laborista Roberto Jeffersson, cuyas confesiones desataron la peor crisis política en Brasil desde el juicio político al entonces presidente Fernando Collor de Mello en 1992, ha afirmado que Fernandes era el hombre encargado de manejar maletines de dinero que entregaba a legisladores "amigos" o adversarios
Según otras denuncias publicadas por la prensa, entre 1997 y 2004 la fortuna personal de Fernandes creció 60 veces y pasó desde 230.000 reales a 14 millones de reales (unos cinco millones de dólares) a través de oscuras operaciones que involucrarían a empresas y organismo públicos. Soares, quien el viernes había jurado que las denuncias contra el PT forman parte de un plan de la derecha para derrocar a Lula, había negado que Fernandes hubiese respaldado créditos a favor del PT. No obstante, el tesorero del PT admitió que sus informaciones fueron "incompletas y por lo tanto inexactas". Soares explicó en una nota oficial que a inicios del 2003 el partido contó con el aval de Fernandes para obtener el préstamo de 2,4 millones de reales ente el Banco de Minas Gerais. También admitió que el PT no logró cumplir con los pagos, por lo que refinanció el préstamo y una primera cuota, equivalente a unos 100.000 dólares fue cubierta por Fernandes. Por su parte, Genoino dijo que el préstamo es absolutamente legal y forma parte de las reglas comerciales, aunque ordenó al tesorero del partido que presente todos los documentos respectivos para ser divulgados a la prensa. Según la denuncia de "Veja", en la operación no habría nada ilegal a no ser por el hecho de que Fernandes posee una empresa publicitaria cuya principal fuente de ingresos son los contratos con el Gobierno federal que preside el PT. De esta forma el pago de la deuda en moratoria pudo haber salido de los cofres públicos. SMP&P, la empresa de Fernandes maneja contratos millonarios con el Ministerio de los Deportes, la compañía de Correos (donde se está investigando otro esquema de sobornos a cambios de licitaciones) y la Cámara de Diputados, que presidía el PT hasta el año pasado. Otra empresa de Fernandes mantiene un contrato con el estatal Banco do Brasil del cual habría recibido 105 millones de reales (unos 30 millones de dólares en 2004), según Veja. El diputado del Partido Laborista Roberto Jeffersson, cuyas confesiones desataron la peor crisis política en Brasil desde el juicio político al entonces presidente Fernando Collor de Mello en 1992, ha afirmado que Fernandes era el hombre encargado de manejar maletines de dinero que entregaba a legisladores "amigos" o adversarios
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