DEPORTES:Sucre es designada como la sede de los Bolivarianos 2009

Sucre fue elegida anoche sede de los Juegos Bolivarianos del 2009, año de su bicentenario, consiguiendo de esta manera un propósito largamente añorado y que permitirá impulsar deportiva y socialmente a la capital. A la hora de la elección final entre las candidatas Sucre, de Bolivia, e Ibarra, de Ecuador, pesaron los antecedentes de las anteriores dos elecciones en las que el Comité Olímpico Boliviano (COB) postuló a esta ciudad. “Hubo un compromiso anterior. Presentamos desde la reunión en Winnipeg, Canadá, el dossier con todos los atributos que tiene esta ciudad en materia deportiva. Esta designación nos compromete a un trabajo dedicado para llegar bien preparados y dispuestos a recibir a los miembros bolivarianos. Por demás está agradecer a los que confían en que hagamos los Juegos Bolivarianos”, destacó el dirigente Jorge España del COB. En la reunión exclusivamente dedicada a este punto se recibieron los informes de las sedes postulantes y el material respectivo entre los que se destacaba el video de las ciudades candidatas y los trípticos donde se detalla la capacidad organizativa de cada ciudad postulante a la cita. El estadio Patria y el coliseo Jorge Revilla son los principales escenarios con los que cuenta esta capital aparte de otros escenarios alternativos. Bolivia postuló a Sucre en 1999 por primera vez y entonces viajaron el alcalde y el presidente del concejo municipal de esta ciudad. En la votación final de la cita se impuso Ambato por cuatro votos contra dos. En la elección de Ambato se presentaron Sucre y las ciudades colombianas de Pereira y Armenia. En la primera votación se empató a tres votos, de manera que el presidente de Odebo, Fernando Romero, hizo una amonestación a los delegados para dirimir el empate en base a razones deportivas. Nuevamente se dio el empate a tres, tras lo cual y luego de un cuarto intermedio ganaron las ciudades colombianas por cuatro a dos. Entonces, Jorge España puntualizó que Sucre había recibido por segunda vez una promesa que quedaba en el camino y que los delegados tenían la obligación moral de aceptar la postulación si se presentaba una tercera oportunidad.