SE EMPIEZA A RECUPERAR CADAVERES EN NUEVA ORLEANS

Mientras la policía y los militares se preparan para desalojar de Nueva Orleans a los más obstinados habitantes de la ciudad, que desafían la orden de evacuación decretada ayer por el alcalde, las autoridades se disponen a comenzar la tarea más dura tras la tragedia del Katrina: recuperar cadáveres. Pese a que oficialmente sólo se tiene cuenta de 83 muertos, incluyendo los más de 30 encontrados en un asilo de ancianos, a medida que bajan las aguas, aparecen más y más cuerpos. Más de 25.000 bolsas para cadáveres han sido enviadas a las inmediaciones de la ciudad. No se sabe cuántas muertes produjo el huracán, la posterior inundación de la ciudad por la fractura de sus diques, las enfermedades propagadas por la contaminación de las aguas o la violencia que se desató por la tardanza de las autoridades en tomar conciencia de la situación. Lo que sí se sabe es que se contarán por miles. Muchos se han visto durante días flotando por las calles, aunque la prioridad de los equipos enviados ha sido la de sacar a los supervivientes de sus casas y de los centros donde habían sido hacinados durante los primeros días. Ahora llega la hora de ocuparse de los muertos. A las 25.000 bolsas para cadáveres se añade el acondicionamiento de una morgue en Baton Rouge para recibir 5.000 cuerpos. El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ya estimó una cifra superior a los 10.000 muertos. A medida que las aguas que cubrieron el 80% de la ciudad retroceden, más y más cuerpos afloran a la superficie. En su tarea de evacuar a los que se prestan a cumplir la orden de evacuación, los equipos de asistencia han comenzado a atar cadáveres a los árboles anotando su posición para luego recuperarlos una vez que la ciudad esté vacía.