Blair intentará lograr un consenso sobre globalización

La cumbre de jefes de Estado y Gobierno que se celebra mañana en el palacio Hampton Court, en las afueras de Londres, se limitará a una reflexión, a un debate para "lograr el consenso sobre la dirección, la estrategia que debe adoptar la Unión Europea ante la globalización". Los detalles, es decir, la discusión sobre el presupuesto comunitario (las llamadas perspectivas financieras 2007 - 2013), se dejarán para la cumbre de líderes prevista para mediados de diciembre en Bruselas. Kelly señaló que antes de adoptar medidas concretas primero "hay que identificar la manera en que Europa debe responder a los desafíos de la globalización". Esta nueva cumbre sin precedentes dedicada exclusivamente a la reflexión, cuya duración se ha reducido de dos días a uno, debía dedicarse inicialmente al debate sobre el modelo social europeo. El riesgo de que el encuentro acabase en un enfrentamiento entre los distintos países propició un nuevo enfoque: "Los desafíos y oportunidades de la globalización y sus consecuencias sobre el modelo social y la seguridad". El documento base de las discusiones será elaborado sobre el de la Comisión Europea, que preside José Manuel Durão Barroso, titulado Los valores europeos en la era de la globalización. El documento de la Comisión, como todos los textos de referencia comunitarios ha experimentado, ha precisado numerosos borradores previos. En este proceso ha recibido una fuerte inspiración de otro texto clave para entender la ebullición ideológica en que se encuentra Europa, elaborado por el ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, Europa global: pleno empleo para Europa, que subraya la pérdida de terreno de los países de la UE ante la creciente competitividad de China e India. Con estos mimbres, la Comisión ha redactado un texto definitivo que intenta conciliar las ideas liberalizadoras del discurso anglosajón con las "valores sociales europeos" (solidaridad, estado de bienestar y servicios públicos prestados por el Estado). Barroso sintetizaba su propuesta con cinco iniciativas concretas: "Un nuevo impulso a la competitividad y a la innovación, medidas para amortiguar los choques de la globalización, completar las reformas agrícolas, modernización del presupuesto comunitario y reforzar la coherencia de la política exterior". A pesar de las dificultades de desarrollar un debate profundo, en un formato en el que han de intervenir los 25 líderes europeos, sobre un tema tan amplio, las discrepancias están aseguradas. A la cumbre asistirá el canciller alemán, Gerhard Schröder, que ya ha anticipado que defenderá sus ideas para evitar una Europa de libre cambio. En la misma línea se ha expresado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia.