El Mercosur vive una discusión hasta el momento sin salida sobre la instauración de sistemas destinados a tratar problemas comerciales. En estos momentos está en cuestión la instauración de una Cláusula de Adaptación Competitiva, que permitiría contener automáticamente los flujos excesivos de exportaciones de un miembro a otro. Las reiteradas propuestas de crear sistemas u organismos de esa naturaleza no avanzaron porque los gobiernos —en particular el de Brasil— no estaban interesados en resignar facultades propias en las negociaciones comerciales. También influyó el temor de reproducir, aunque fuera en escala más pequeña, la burocracia de la Unión Europea. La denominada "baja institucionalidad" del Mercosur no es, por lo tanto, falta de conciencia sobre la importancia de contar con sistemas neutrales de resolución de conflictos, sino principalmente consecuencia de que los gobiernos quieren mantener en sus manos el poder de negociación.
Editorial que trae hoy el diario Clarín de Buenos Aires.
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