Los tiempos electorales desnudan con una crueldad inaudita la bajeza en la que caen determinados sectores políticos para conquistar la voluntad popular. Las denuncias de compras de votos en el conurbano bonaerense, que involucran a dos fracciones del peronismo, revelan que las promesas de la llegada de una nueva política no son otra cosa que falsos anuncios que esconden viejas prácticas clientelistas que tanto daño le hacen a la política argentina. Es repugnante la manipulación de los sectores más humildes y necesitados, cuya voluntad se pretende comprar con dádivas y una ayuda circunstancial, que sólo sirve para adormecer el dolor que genera la pobreza, sin ofrecer una solución estructural a la gravedad en la que están sumergidos. El drama de millones de argentinos que viven en la indigencia no se resolverá con clientelismo prebendario ni ayuda social teñida de proselitismo, sino con crecimiento económico, más empleo y educación.
Editorial del diario Argentino La Nación.
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