PITONES Y CAIMANES COMPITEN POR COMIDA Y TERRITORIO
Algunos turistas de los que recorren en autobús las marismas de Florida han tenido la oportunidad de observar en directo un colosal duelo: una serpiente pitón de Birmania luchando a muerte con un caimán. Una batalla sangrienta que suele terminar en tablas, pero no siempre. En el último enfrentamiento, ambos animales murieron. Los biólogos estadounidenses alertan de que las serpientes están invadiendo la zona, y acabando con la población de cocodrilos.Si alguna vez se ha preguntado qué es lo que ocurre cuando una serpiente de unos cuatro metros de largo trata de comerse un caimán de 194 centímetros de longitud de cabeza a cola y 98 de ancho, eche un vistazo a la imagen. Los guardacostas del Parque Nacional de Everglades, en Florida, encontraron los cadáveres de ambos animales el pasado 27 de septiembre. El saurio murió estrangulado por la serpiente, que falleció horas después 'atragantada'. Había conseguido introducir la cabeza, los hombros y parte del cuerpo del animal en su estómago, pero su aparato digestivo no pudo soportar la presión y murió un rato después.
Se trata del último episodio de un fenómeno que, según alertan los biólogos estadounidenses, se repite cada vez más en este Parque, donde en los últimos años han aparecido multitud de serpientes pitón birmana, una especie que hasta ahora sólo vivía en Asia, y que ahora supone la mayor amenaza para los caimanes.
Según denuncian los biólogos, estas pitones no son nativas, pero se han adaptado perfectamente al entorno del Parque, y compiten ahora con los caimanes por territorio y alimento. "Muchas de estas serpientes son abandonadas por sus dueños, que las compran como mascotas exóticas y luego las abandonan en el Parque cuando empiezan a crecer más de la cuenta", señala a la MSNBC Skip Now, uno de los biólogos que estudia la propagación de esta especie en los últimos años.
La pitón birmana, que puede llegar a medir hasta seis metros y pesar unos 400 kilos, comenzó a aparecer en el Parque a mediados de los años 80, cuando se puso de moda en EEUU tener como mascotas animales exóticos. El pasado año, las autoridades capturaron en Everglades 156 ejemplares de estas serpientes, y los expertos calculan que su número es ya muy elevado, puesto que allí encuentran unas condiciones de vida idóneas para su reproducción. Sólo los caimanes, hasta ahora los mayores depredadores del sur de EEUU, pueden suponer una competencia.
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