sábado, octubre 29, 2005

La sequía estrangula la Amazonia




Primera foto arriba: Desecación de los ríos. La selva amazónica se está secando a pasos agigantados. Decenas de ríos se desecan y dejan a 40.000 habitantes aislados del resto del mundo. En la imagen, un barco se encuentra atrapado en un banco de arena del Amazonas, en el estado brasileño de Para. (AP / GREENPEACE)
Segunda Foto la del medio: Un tercio de lluvia. En julio de 2005 cayeron 30,8 litros por metro cuadrado de media en la selva. Lo normal en ese periodo son 87,5 litros. En el mes de agosto, la lluvia fue un 66% de lo normal. (AP / GREENPEACE)
Tercera Foto abajo: La sequía ha provocado numerosos incendios y en algunos ríos los peces muertos se alinean en los lechos resecos. (REUTERS)
La selva amazónica se está secando a pasos agigantados. Decenas de ríos se desecan y dejan a 40.000 habitantes aislados del resto del mundo. En la imagen, un barco se encuentra atrapado en un banco de arena del Amazonas, en el estado brasileño de Para. (AP / GREENPEACE)
La selva amazónica se seca. Las lluvias en el último año han sido las más escasas desde hace 35 años, según la NASA, que ha seguido la evolución de la sequía a través de sus satélites. Como consecuencia de la falta de precipitaciones, hay ríos y lagos secos y las pérdidas en la agricultura se cifran ya en miles de millones de euros. Muchos pueblos están incomunicados porque su única vía de comunicación son los barcos que circulan a través del complejo entramado de ríos que recorren el territorio selvático. En julio pasado cayeron 30,8 litros por metro cuadrado de media en la selva, cuando lo normal en ese periodo son 87,5 litros. En agosto, la lluvia fue un 66% de lo normal. La organización ecologista Greenpeace denuncia que la sequía se une a la deforestación y amenaza a la mayor selva del mundo. El Amazonas ha perdido dos metros de altura en el último año. Aun así sigue teniendo unos 17 metros de altura, según el Gobierno brasileño. El problema es que muchos de sus afluentes y lagos de la zona se han secado. Del lago Curulai, en el Estado brasileño de Para, sólo queda un lecho seco y resquebrajado sobre el que puede caminar una vaca.
Continue leyendo este estremecedor reportaje de cómo los seres humanos hemos causado un daño irreparable en el río Amazonas. El artículo lo preparó el diario español El País y por su importancia lo recomiendo. Las fotos son concluyentes del devastador efecto del hombre sobre la naturaleza.

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