FUJIMORI DETENIDO EN SANTIAGO: ESTA EN CUARTEL DE INVESTIGACIONES

Pasadas las una de la madrugada de hoy, efectivos de Interpol llegaron hasta el Hotel Marriott para arrestar al ex Presidente peruano Alberto Fujimori, quien quedó detenido en la Escuela de Investigaciones por orden del juez de la Corte Suprema Orlando Alvarez. El ex gobernante había llegado a las 15.25 horas de ayer a Santiago procedente desde Tokio, en un avión privado de la compañía Global Express, que hizo una escala previa en México, sin que fuera detenido por Investigaciones en el aeropuerto Arturo Merino Benítez. Anoche, el ex gobernante fue sometido a exámenes médicos, aplicados como rutina a todo detenido. Fujimori, se encuentra prófugo de la justicia de su país y tiene en su contra una veintena de cargos. Junto al mandatario, refugiado desde noviembre del 2000 en la capital japonesa, llegaron su asesor Luis Silva Santiesteban -ex embajador y amigo íntimo del ex jefe de inteligencia fujimorista Vladimiro Montesinos- además de los pilotos y otras tres personas: Nagato Kusataka, Jorge Véjar y Arturo Makino Miura. Pese a la existencia de varias órdenes en contra de Fujimori, éste no fue detenido en el aeropuerto al ingresar a Santiago, pues, según explicó la jefa de Interpol, Marianela Gómez, estas solicitudes "no tienen validez jurídica en Chile". De hecho, fuentes policiales aseguraron que Fujimori "entró con todos sus papeles en regla y no demoró más que cualquier otro extranjero en hacer los trámites en Policía Internacional". Gómez, no obstante, explicó que de inmediato se comunicó lo ocurrido a Interpol Lima y a las autoridades judiciales peruanas, que a su vez alertaron al gobierno de Toledo. Mientras Fujimori se dirigía junto a su comitiva al Hotel Marriott, donde se chequeó con otra identidad ocupando una reserva hecha hace varias semanas, en el gobierno chileno y peruano se desencadenaron una serie de declaraciones y frenéticas gestiones. A partir de las 17 horas se reunieron en Palacio el ministro del Interior, Francisco Vidal; el director de Investigaciones, Arturo Herrera, el vocero Osvaldo Puccio, y el subsecretario Jorge Correa Sutil. En el encuentro se afinaron las primeras líneas de acción. Posteriormente el Presidente Ricardo Lagos se reunió en su casa con el equipo político. A cargo de monitorear la reacción del gobierno de Alejandro Toledo quedó el canciller Ignacio Walker, quien -además del embajador José Antonio Meier- se contactó en varias ocasiones con su par limeño, Oscar Maúrtua, y pasadas las 20 horas conversó con Toledo. Este le explicitó la posición limeña: pedir con firmeza que Chile expulsara a Fujimori y lo entregara en el más breve plazo a su gobierno. Pese a que la expulsión era un escenario que acomodaba a La Moneda, el gobierno evaluó que no había espacio jurídico para ello y que no se ajustaba a derecho. Así se lo dijo Walker a Toledo en su conversación. De hecho, el canciller le recordó al Mandatario la existencia de un tratado de extradición vigente entre ambos países, alternativa por la que optó finalmente -y no sin cierta decepción- el gobierno peruano. Pasadas las 21.15 horas un funcionario de la embajada de Perú le entregó al director jurídico de la Cancillería, Claudio Troncoso, un documento en el cual se pedía la detención provisional de Fujimori. Sólo minutos después, y en una muestra de que el gobierno optó por actuar rápido para evitar suspicacias peruanas- la petición fue ingresada a Tribunales y se hizo efectiva momentos más tarde en el Hotel Marriott, luego de que el juez Alvarez emanara pasada la medianoche la orden de detención preventiva. Perú informó que hoy enviará una "misión de alto nivel" para gestionar la extradición, encabezada por el procurador general Arturo Maldonado. "Esperamos que la detención sea ordenada. Para ello viajará el procurador para sustentar la acusación de la mejor manera", afirmó a La Tercera el ministro del Interior de Perú, Rómulo Pizarro.
Mensajes
Pocos momentos después de que trascendiera públicamente la presencia de Fujimori en Chile, el Presidente Toledo emitió una declaración desde Lima. "Yo lo invito a que venga a responder a la justicia, no puede refugiarse detrás de otra nacionalidad tratando de jugar al billar a tres bandas: peruano, internacional y japonés". Sus palabras fueron contrarrestadas por varios mensajes de Fujimori, algunos grabados con su propia voz, otros publicados a través de su web. Todo ello evidenció el grado de preparación de la operación, enmarcada en el afán del ex gobernante por ser nuevamente candidato y que sorprendió al gobierno chileno, enfrascado aún en la crisis con Perú por los límites marítimos. Cerca de las 19 horas Fujimori emitió una declaración en la que no sólo confirmó su ingreso al país, sino que hizo alusión a su plan para volver al poder: "Es mi propósito permanecer temporalmente en Chile, como parte del proceso de retorno al Perú y cumplir con el compromiso adquirido con un importante sector del pueblo peruano que me ha convocado para que participe como candidato a la Presidencia". En otra declaración recalcó que levantará "una a una las acusaciones y dejaré sentada mi inocencia". La presencia de Fujimori motivó pequeñas protestas. Un grupo, encabezado por abogados de DD.HH. y dirigentes PC llegó hasta el Hotel Marriott y la embajada peruana para pedir la expulsión del ex mandatario. En Lima salieron miles de partidarios del ex mandatarios para celebrar su llegada a Santiago.

Fuente: Diario La Tercera de Santiago