Este es el editorial que trae hoy el diario El Clarín de Buenos Aires, que recomiendo su lectura:
Las elecciones en Chile y Bolivia tienen trascendencia más allá de las fronteras nacionales: se inscriben en una nueva etapa de las democracias de la región. Una de las características de esta etapa es que, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, las mayorías y minorías no son coaliciones ya conformadas en torno a partidos tradicionales. En los dos casos esto es así para la elección presidencial, que impone diferentes sistemas cuando no existe mayoría de la mitad más uno en la primera votación. Así, Chile va a una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. En Bolivia, si bien aparece nítida la ventaja de Evo Morales, la decisión final queda en manos del Congreso, lo cual da lugar a negociaciones de las que, cuando no existe un respaldo amplio detrás del candidato más votado, puede conformarse un gobierno de coalición. En Chile, la mayor discusión se refiere al siste ma binominal aplicado para la representación parlamentaria. Se trata de un sistema que reparte las bancas por circunscripción entre las dos principales mayorías, lo que provoca que candidatos con mayor número de votos pero pertenecientes a una minoría queden fuera del Congreso. En su momento, las dos principales coaliciones, de izquierda y derecha, estuvieron de acuerdo con dicho sistema de representación ya que éste favorece la agrupación de fuerzas políticas y su alineamiento por afinidades programáticas. Pero la transición chilena parece haber cumplido un ciclo de maduración y ahora crecen las posturas favorables al sistema proporcional. Del mismo modo, el reclamo en Bolivia de que se consagre al candidato más votado responde al principio de que se respete la voluntad popular expresada en las urnas. En Chile y Bolivia los comicios muestran sistemas electorales que pueden favorecer o distorsionar la representación política. Se busca, por ello, cómo mejorar dichos sistemas para garantizar representatividad y gobernabilidad.


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