Editorial del diario El Comercio de Lima: Contra una indeseable injerencia venezolana

Ha hecho bien el presidente Alejandro Toledo al rechazar enérgicamente las disparatadas declaraciones del mandatario venezolano, que son una clara e indeseable intromisión en asuntos internos de nuestros país. Al atacar a la candidata presidencial Lourdes Flores, acusándola de representar a la oligarquía, Chávez se inmiscuye indebidamente en el trascendental proceso electoral peruano. Y su vicepresidente José Vicente Rangel se ha permitido calificar de fracasado al gobierno del presidente Toledo. Tal actitud se hace mucho más odiosa y poco grata cuando se conoce del abierto apoyo de Chávez al candidato presidencial Ollanta Humala, de quien se considera su protector político, al igual que lo hace con el flamante presidente boliviano Evo Morales. No le falta razón al presidente Toledo cuando replica que Chávez actúa como si fuera presidente de Latinoamérica, al pretender contagiar los principios y la práctica de su antidemocrática 'revolución bolivariana' en otros países del área, en una especie de 'entente' nacionalista de la que él sería el supremo protector. Los peruanos tenemos que oponernos a esta aviesa intencionalidad de interferir en asuntos soberanos, más aun cuando lo que se quiere es imponer acá el modelo populista, estatista y autocrático que los venezolanos sufren acremente. Siguiendo las pautas de su vecino Fidel Castro, Chávez controla prácticamente los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, con lo cual persigue a sus oponentes políticos y conculca cotidianamente los derechos fundamentales de sus conciudadanos, tales como las libertades políticas y la libertad de expresión. Es realmente lamentable que se produzca esta tensa situación diplomática entre dos países hermanos. Pero, a la espera de gestos de disculpa del chavismo y en defensa del interés nacional, debemos apoyar la reacción de Torre Tagle y del Gobierno Peruano.
En tales circunstancias, el embajador peruano en Caracas no puede aún volver a ese país e independientemente de sus líneas políticas--, los partidos en contienda tienen que expresar su rechazo a la intromisión chavista.