EL ESCENARIO QUE VIENE EN ISRAEL: Se alejan las esperanzas de paz

El infarto cerebral masivo de Ariel Sharon seguramente conmocionará tanto la política israelí como los esfuerzos de pacificación en Medio Oriente, quizás aumentando la fortuna electoral de oponentes de línea dura como Benjamin Netanyahu y dañando las perspectivas de un acuerdo con los palestinos. El primer ministro israelí rompió con su partido de línea dura, el Likud, en noviembre, y el nuevo partido centrista que formó, Kadima, era hasta ayer el gran favorito para ganar las elecciones del 28 de marzo. Pero Kadima es mayormente un esfuerzo unipersonal y nadie sabe qué será de su futuro sin Sharon, de 77 años. Los doctores dijeron ayer que son escasas las chances de una recuperación total después de un accidente cerebrovascular masivo como el que tuvo Sharon. En los últimos meses muchos israelíes habían depositado grandes esperanzas en Sharon, que es el político mejor posicionado para dibujar las fronteras finales de Israel. El primer ministro -alguna vez el principal impulsor de la construcción de asentamientos judíos en Gaza y Cisjordania- se convirtió en septiembre en el primer líder israelí en ceder tierra que los palestinos reclaman para un futuro Estado cuando condujo a Israel fuera de la Franja de Gaza. La transformación de Sharon de halcón a político pragmático -combinada con la muerte el año pasado del veterano líder de los palestinos Yasser Arafat- ha dado a Medio Oriente la chance para un retorno de la pacificación después de cinco años de un derramamiento de sangre que parecía no tener fin. En marzo se esperaba que Sharon enfrentara a Netanyahu, el ex primer ministro de línea dura que recientemente ganó las elecciones primarias del Likud, y a Amir Peretz, el líder de la unión que hacía poco le había quitado el puesto a Shimon Peres como jefe del Partido Laborista. Hasta ayer, se creía que ni Netanyahu ni Peretz tenían muchas chances de triunfar. Eso puede cambiar ahora. El viceprimer ministro de Sharon, el ex alcalde de Jerusalén Ehud Olmert, ya tomó las riendas del poder luego del ataque cerebral de Sharon y podría emerger como el nuevo líder del Kadima. Aunque es una figura muy conocida en Israel, Olmert podría tener más problemas para vencer a Netanyahu o a Peretz que Sharon. Posible candidatura Después de perder ante Peretz en las primarias del Partido Laborista, Peres, premio Nobel de la Paz, se sumó a Sharon en Kadima y no estaba claro si buscaría el liderazgo del nuevo partido. Aunque Peres, de 82 años, sirvió durante tres breves períodos como primer ministro, nunca ganó una elección en Israel por sí mismo y no ha dejado de lado sus ambiciones personales. Cuando sufrió el infarto ayer, Sharon aún estaba en el proceso de formar una lista de candidatos para presentarse bajo la bandera de Kadima. Ahora tanto la alineación parlamentaria como su futuro electoral han sido puestos en duda. Sharon había indicado que esperaba significativos progresos hacia un acuerdo de paz en 2006, a pesar de la continua violencia y el creciente caos en los territorios palestinos. Sin embargo, no se esperaban mayores movimientos pacificadores hasta después de las elecciones israelíes en marzo y las elecciones legislativas palestinas establecidas para el 25 de enero. Aunque Sharon hizo historia al desalojar a tropas y a civiles israelíes de la Franja de Gaza y parte de Cisjordania, la mayoría de los palestinos continúan viéndolo como un enemigo por su larga historia de conducción de campañas militares en su contra. La salida de Sharon del escenario político no sólo traería confusión a la política israelí, sino que también rediseñaría las relaciones personales que son tan importantes en la diplomacia de Medio Oriente. Sharon y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, formaron un fuerte vínculo después de un comienzo turbulento y el líder israelí ha sido un asiduo visitante de la Casa Blanca. Bush apoyó vehementemente la retirada de Sharon de Gaza y lo respaldó en su dura política hacia los palestinos, haciéndose eco de la demanda de Sharon de que los palestinos dieran pasos para detener la violencia.