domingo, enero 08, 2006

El gas, nuevo protagonista del panorama energético mundial


Si bien Rusia llegó a un acuerdo sobre el suministro de gas natural a través de Ucrania a sus clientes de Europa, el hecho de que haya podido encrespar los nervios en pleno invierno europeo sirve como recordatorio de la creciente influencia de los países con grandes reservas de gas natural. La demanda mundial de gas natural, de combustión por lo general más limpia que otros combustibles fósiles, aumenta día a día. Los gobiernos de los países gasíferos y las empresas internacionales de energía se están apurando a satisfacer esa demanda mediante ambiciosos proyectos de transporte de gas natural a países industrializados a través de gasoductos o buques cisterna.El mercado petrolero mundial se desarrolló de manera similar hace varias décadas y dejó al descubierto los riesgos que corren los Estados Unidos y Europa por depender de un petróleo que llega desde países políticamente imprevisibles. "La situación subraya la necesidad de diversificar la oferta de gas natural y ampliar la capacidad de almacenamiento", sostiene Daniel Yergin, titular de la consultora Cambridge Energy Research. "Los países que importan gas se darán cuenta de la necesidad de construir colchones."A primera vista, este robustecimiento del mercado mundial de gas natural pone a Rusia en una posición ventajosa para negociar. Rusia tiene las mayores reservas de gas natural del mundo: 1.700 billones de pies cúbicos, lo que equivale al 27% del total mundial, según BP, la megapetrolera británica. Sólo dos países compiten con Rusia en materia de reservas de gas natural: Irán, con 971 billones de pies cúbicos, y Qatar, con 910 billones. Pero los analistas dicen que el temor de depender del gas ruso —o del de cualquier otro país— puede llevar a los países más consumidores a considerar la posibilidad de diversificar las fuentes de gas o a de recurrir a otras fuentes de energía. Por ejemplo Finlandia, vecina de Rusia, está por construir el mayor reactor nuclear del mundo. Recuerdos de la guerra fría. La concentración en Rusia de las importaciones europeas de gas natural puede ser la razón por la cual la amenaza de corte del gas exportado vía Ucrania trajo recuerdos de los tiempos de la guerra fría, cuando EE.UU. veía con intranquilidad la dependencia de Europa del gas ruso. Un temor más actual está relacionado con el impacto del conflicto sobre proyectos de exportación de gas de Rusia y de otros países. El gigante estatal ruso Gazprom, por ejemplo, impulsa agresivamente planes de exportar gas natural ruso a EE.UU. En una iniciativa que evidencia la maratón por aprovechar los recursos naturales del Artico, Gazprom tiene ambiciosos planes de explotar el yacimiento Shtokman —un enorme yacimiento de gas natural del Mar de Barents— y vender el combustible en mercados estadounidenses. Las estadounidenses Chevron y ConocoPhillips son posibles socios de Gazprom en el proyecto, junto con la francesa Total y las noruegas Norsk Hydro y Statoil. Sin embargo, los temores en Estados Unidos de depender del gas natural ruso probablemente sean prematuros. EE.UU. importa de Canadá gran parte de su gas natural por gasoductos y se estima que próximamente aumentará sus importaciones por buques desde países como Qatar, Egipto y Angola.A Rusia, pese al potencial de sus reservas de gas, no le es tan fácil llevar su sector energético a los niveles de Occidente. "No tienen el sector lo suficientemente organizado", dice Amy Myers Jaffe, codirectora del programa de energía de la Rice University. Para que suba el precio. Por cierto, la primera enseñanza que se puede extraer del tironeo entre Rusia y Ucrania sería que Rusia y otros productores de gas natural están tratando, con distintos resultados, de subir los precios de su combustible. Esta tendencia, que vale para el gas por gasoductos tanto como para el transportado por buques, está relacionada con el aumento de la demanda de gas en Gran Bretaña, el sur de Europa y EE.UU. En las últimas semanas, los europeos pagaron más por los cargamentos de gas natural licuado que los estadounidenses, aún cuando los precios en EE.UU. fueron casi récord tras el daño provocado por los huracanes del 2005 a las plataformas gasíferas del Golfo de México. Hasta hace poco, la complejidad y el costo de enfriar y el gas natural y volverlo líquido para poder transportarlo por barco impedía que el mercado de gas natural licuado cobrara fuerza. Sin embargo, en un indicio de cómo ha cambiado ese mercado, el mes pasado un buque de transporte de gas licuado proveniente de Trinidad y Tobago —el proveedor de gas más cercano a Estados Unidos— fue redireccionado a Gran Bretaña cuando el productor recibió una oferta más atractiva por su cargamento, pese a los relativamente altos costos del acarreo.

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