Los viajes que el presidente electo Evo Morales está realizando al exterior aun antes de su toma de posesión, por una parte, y la entrevista que sostuvo con el Embajador de los Estados Unidos en la ciudad de La Paz, por la otra, tendrán la virtud de ubicarlo en el marco en que habrá de iniciar su acción de gobierno, sin embargo del carácter maratónico de sus visitas a uno y otro país y de las diferencias que signan los vínculos entre estos y Bolivia. Así, sus fugaces permanencias en La Habana y Caracas, a más de su emotividad y simbolismo desde que los gobernantes de Cuba y Venezuela no sólo comparten con él una ideología, sino que son sus mentores predilectos, le harán consciente en buen grado de lo que significa sumarse a la corriente adversa a la globalización contemporánea y, particularmente, a las políticas de la primer potencia del planeta, según sean las posibilidades no siempre similares de las naciones. Es decir que el señor Morales verá cómo y bajo qué circunstancias, riesgos y costes sus próximos colegas Fidel Castro y Hugo Chávez mantienen determinada posición, lo que le permitirá reflexionar antes de decidirse por la suya una vez que asuma la conducción de la República. Su estancia en España y Francia, en cambio, será propicia para que dialogue al más alto nivel sobre cuestiones puntuales que hacen a la inversión de capitales de empresas de ambas nacionalidades en áreas tan importantes como la explotación de los hidrocarburos, aparte --claro está-- de los programas de sus entidades de cooperación al extranjero, que incluyen a Bolivia. Más allá, en China observará los espectaculares logros de una economía cada vez más abierta al libre mercado y en proceso de radicación de recursos financieros allende sus fronteras, parte de los cuales bien podría migrar a estas latitudes siempre y cuando cuenten con los incentivos y las garantías de rigor. En Sudáfrica, entretanto, emergerá nuevamente lo simbólico, en razón de los cambios políticos iniciados con la era Mandela, que puso fin a la exclusión de la mayoría en ese Estado meridional del continente de color. En el Brasil, finalmente, volverá a tratar temas concretos relativos al negocio del gas natural, atento el hecho de que el ente petrolero del poderoso vecino es el mayor inversor en la cadena productiva del rubro en territorio nacional y aguarda, precisamente, informarse de lo que el régimen entrante piensa hacer en la materia. Por su lado, el coloquio del próximo Presidente con el diplomático norteamericano, en el que abordaron la lucha contra las drogas y la consolidación del sistema democrático, debió complementar la visión del escenario en el cual Morales y su Vicepresidente procederán a partir del domingo 22 del mes en curso, mientras que en otras esferas se seguía analizando asuntos de orden interno y de la transmisión de los instrumentos del poder público. No cabe duda de que el periplo del victorioso por mayoría absoluta en las elecciones generales de diciembre de 2005 será positivo para su gestión.
Editorial del diario Los Tiempos de Bolivia.
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