Las relaciones boliviano-chilenas de los últimos cuatro años han sido muy cambiantes. El presidente de Chile, Ricardo Lagos, mantuvo contactos de diversa índole con los presidentes Banzer, Quiroga, Sánchez de Lozada, Mesa y Rodríguez. Eso demuestra la fragilidad y desventaja que tiene una nación como Bolivia en su política exterior. El Mandatario chileno tuvo que conversar con cinco mandatarios bolivianos, sin contar al presidente Evo Morales, que sería el sexto, hasta la transmisión del mando en Chile que será el 11 de marzo. Pero en suma, Lagos ha dejado un camino abierto con Bolivia y dicha intencionalidad queda aún más evidenciada ahora que aceptó estar presente en el acto de transmisión de mando del presidente electo, Evo Morales, este 22 de enero, día en el que además se sostendrá un histórico encuentro bilateral. Las relaciones entre Chile y Bolivia tienen la apariencia de estar en un interesante momento y en adelante, incluso, la presidenta electa chilena, Michelle Bachelet, manifestó tener el mismo interés que su antecesor en profundizar la agenda en mesa con Bolivia. Con el acceso al gobierno de la socialista Michelle Bachelet, la situación parece cambiar, porque no se tenía memoria de que un jefe de Estado chileno, aun antes de asumir el mando, hubiera expresado su deseo de "tener un diálogo constructivo con una agenda de futuro y sin restricciones" con Bolivia. Esto alienta a pensar que, tal vez, las señales que últimamente se han dado con nuestros vecinos transandinos, nos lleven a soluciones importantes en el viejo pleito marítimo. Por supuesto que la presidenta electa de Chile se ha referido a los tratados internacionales. Esto, como se sabe, es una política de Estado que mantiene La Moneda con todos sus vecinos. Pero el hecho de "privilegiar" las relaciones con Latinoamérica y hablar "sin restricciones" con Bolivia, anima mucho. Además de que la actitud del futuro gobierno boliviano ha tenido actitudes de simpatía y gentileza con el presidente saliente de Chile, Ricardo Lagos, quien será un invitado muy particular en la transmisión del mando, y con la propia señora Bachelet con quien Evo Morales habló telefónicamente para felicitarla por su triunfo e invitarla también a los actos del 22 de enero en La Paz.
Editorial del diario La Razón de Bolivia.
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