Se agrava la crisis por la sátira de Mahoma: otros cuatro muertos

Desde un fondo rosa, Mahoma reflexiona compungido, en la tapa de la revista satírica francesa Charlie Hebdo: "Es duro ser amado por los boludos", dice. La caricatura fue publicada ayer en París, junto a las otras doce diseñadas por humoristas daneses y que han generado una crisis global de violencia y 11 muertos como rechazo a romper con el tabú de graficar al Profeta en el islam.

El presidente Jacques Chirac condenó "las provocaciones manifiestas susceptibles de atizar las pasiones" frente a los musulmanes y defendió "la libertad de expresión", en un delicado equilibrio durante una reunión del Consejo de Ministros, ayer.

"Todo lo que puede herir las convicciones del otro, en particular las convicciones religiosas, debe ser evitado. La libertad de expresión debe ejercerse en un espíritu de responsabilidad", dijo el presidente francés.

"Recuerdo —agregó Jacques Chirac— que la libertad de expresión es uno de los fundamentos de la República, que reposa igualmente sobre los valores de tolerancia y respecto de todas las creencias".

Miles de franceses se alinearon ayer temprano en los kioscos para comprar la edición especial de 16 páginas de Charlie Hebdo, que comenzó en 160.000 ejemplares a la mañana pero llegó a 400.000 a la tarde, según su director Philippe Val. Su título tampoco llamaba a la calma: "Mahoma desbordado por los integristas", podía leerse. La edición se agotó completamente.

Hoy volverá a publicarse otra edición igual, a pesar de los pedidos a la prudencia del presidente francés y la Unión Europea.

Las caricaturas fueron acompañadas a lo largo de 11 páginas por comentarios de intelectuales musulmanes favorables a la publicación. La redacción y los caricaturistas de Charlie Hebdo se encuentran bajo protección policial desde que anunciaron la idea de publicar las caricaturas. Se adoptó la decisión por seguridad y después de que France Soir, el diario francés que las publicó primero la semana pasada, fue evacuado por amenaza de bomba el martes. Los humoristas daneses viven en la semiclandestinidad y amenazados de muerte.

"Nosotros defendemos por principio el derecho a la caricatura y a la sátira. Queremos el debate. Queremos saber cuál es el futuro de la sátira en los próximos años" dijo Luz, el diseñador de la revista.

Cuando el representante de las Relaciones Exteriores europeas, Javier Solana, se apresta a iniciar una gira por los países musulmanes para calmar la situación, la crisis se crispa en el mundo y los muertos aumentan a pesar de los llamados de dirigentes religiosos y políticos.

Desde Bangladesh hasta Afganistán, donde ha habido 11 muertos a causas de la caricatura, las manifestaciones se suceden.

En Afganistán la policía mató a cuatro personas al abrir fuego sobre manifestantes que protestaban frente a la base norteamericana en Qalat, en el sur. Los manifestantes quemaron tres camiones cisternas que aprovisionaban la base y quemaron una escuela de varones. El martes otros cuatro afganos habían muerto en condiciones similares.

Un jefe talibán ofreció un premio de 100 kilos de oro a la persona que asesine a los autores de las caricaturas del profeta publicadas por la prensa europea. El mullah Dadullah prometió cinco kilos de oro por la cabeza de cualquier militar danés, noruego o alemán que sea parte de la fuerza de la OTAN en Afganistán.

En Irán y Siria continuaron los incidentes, con el cuadro de una inmensa tensión de sus gobiernos con Estados Unidos y la Unión Europa por el programa nuclear iraní.

En Indonesia, el canciller Hassan Wirajuda acusó a los integristas musulmanes de utilizar la violencia políticamente.

Con piedras y botellas fue atacada la misión de observadores internacionales en Hebrón, en Cisjordania, por 300 palestinos furiosos, que intentaron incendiar el edificio donde se encontraban 60 veedores.

El primer ministro danés Anders Fogh Rasmussen considera que "esta crisis mundial que se extiende tiene un potencial de escalada que escapa al control de los gobiernos y las autoridades".

Fuente: Clarín, Argentina.