Evo Morales se ratifica y aleja más a EEUU del país

El presidente Evo Morales reconoció ayer que tiene sospechas de que los atentados registrados en dos alojamientos en La Paz no son hechos “aislados”, lo que ha marcado mayor distancia entre las relaciones del Gobierno de Bolivia con el de Estados Unidos. La declaración del Primer Mandatario fue dada en el Palacio de Gobierno un día después de que el canciller de la República opinará que los atentados ocurridos la madrugada del miércoles son hechos particulares. El Ministerio de la Presidencia y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo organizaron una reunión donde el Presidente iba a pedir a la cooperación internacional ayuda para la reconstrucción de las zonas que fueron afectadas por las emergencias. En la cita no participó la representación de EEUU. Consultados por este medio, fuentes de la embajada americana confirmaron su inasistencia. Sin embargo, el mandatario Morales dijo que desconoce la molestia de Washington. “No hay hada. Tampoco he escuchado que esté indignado el embajador de Estados Unidos (David Greenlee) o el Gobierno de Estados Unidos", afirmó el gobernante en una conferencia de prensa que ofreció ayer en el Palacio. Horas previas, el Primer Mandatario reveló —tras participar en un acto militar en el Círculo de Oficiales del Ejército (COE) de la zona Sur— que “brevemente he averiguado de qué vive, en qué trabaja este señor (Lestat de Orleans) y, según me informan, desde Estados Unidos sus familiares le mandan plata para que viva aquí y levanta más sospecha”. Tras conocer el supuesto origen de los recursos que recibía Lestat, Morales pidió a la Embajada y al Gobierno de Estados Unidos “hacer una profunda investigación de este hecho”. Prometió aplicar mano dura contra las personas que atenten contra la democracia y la Constituyente. "Dada la ley de privacidad, nosotros no estamos en disponibilidad de proveer información adicional en este momento. Cualquier ciudadano americano particular en Bolivia, como es el caso, está sujeto a la jurisdicción del sistema legal boliviano", refiere una declaración de la embajada de Estados Unidos que fue difundido el jueves tras los atentados perpetrados en dos alojamientos. Lestat, ahora detenido en la cárcel de Chonchocoro, vino a Bolivia “por nacionalidad, a vivir, trabajar. Bolivia es libre y muchos países no tienen este beneficio”. Su pareja, Alda Ribiero, de nacionalidad uruguaya, detenida en la cárcel de Miraflores, salió de su país a petición de Lestat. La pareja detenida permanece bajo arresto preventivo acusada de haber cometido los atentados dinamiteros a los hoteles Linares y Riosinho II, de la sede de gobierno, hechos que dejaron dos muertos y 10 heridos. El gobierno del presidente Evo Morales recibió en los últimos días "alertas tempranas" sobre posibles atentados que finalmente se produjeron en ambos hospedajes, según el ministro de Defensa, Walker San Miguel. Desde el día del atentado, la noche del martes y la madrugada del miércoles, el presidente Evo Morales bajó de alguna manera el tono de su voz al referirse al Gobierno de Estados Unidos sobre los atentados en dos hoteles de La Paz. El miércoles acusó de doble moral y sugirió que EEUU estaba detrás de los hechos, ayer pidió investigar al sospechoso Lestat de Orleans. “(...) Hay lucha contra el terrorismo en el Gobierno de Estados Unidos y nos mandan a los norteamericanos a hacer terrorismo en Bolivia”, afirmó el Primer Mandatario el miércoles desde Santa Cruz, donde asistió a la inauguración del Plan Nacional de Identificación. Ese día, por la tarde, tras una reunión de gabinete realizada en el Palacio de Gobierno, el Jefe de Estado sostuvo que “llegamos a la conclusión de que estos dos atentados son una provocación a la democracia, al Gobierno y a la Asamblea Constituyente”. Desde la asunción al poder, el gobierno de Morales y Estados Unidos han mantenido una relación de tiras y aflojas, por el tema de la coca, el mercado de Bolivia en la CAN y el libre comercio y ahora el tema terrorista.

Fuente: Diario La Razón de Bolivia