"Estamos preparados para mucho más; tenemos capacidad para mucho más." La amenaza llegó directamente a través de la voz de Marcos Willians Herbas Camacho, "Marcola", en una supuesta entrevista desde la cárcel con un canal de televisión de San Pablo. El líder del Primer Comando de la Capital (PCC), que aterrorizó a San Pablo durante tres días y provocó la muerte de casi 50 inocentes mediante alrededor de 300 atentados, habría conversado telefónicamente en la madrugada de ayer con el conductor de la TV Bandeirantes Roberto Cabrini y explicado que las acciones ordenadas por él y su grupo fueron "para llamar la atención". Las autoridades del gobierno de San Pablo rápidamente desmintieron que la voz que aparecía en la entrevista telefónica fuera de "Marcola". De haberla reconocido como auténtica, hubiesen estado admitiendo que el preso responsable de paralizar la mayor ciudad brasileña y desafiar al Estado aún tiene acceso a teléfonos celulares desde la prisión de máxima seguridad en la que se encuentra, ubicada a 600 kilómetros de la ciudad de San Pablo. Justamente, el celular es el instrumento que "Marcola" utilizó el viernes pasado para ordenar los atentados a sus "soldados", delincuentes en libertad, en deuda con el PCC. En tanto, nuevos ataques continuaron en la madrugada de ayer, que, sumados a informaciones de los servicios de inteligencia sobre que podría producirse una nueva ola de ataques, renovaron la sensación de temor en la ciudad. Varias escuelas nocturnas y universidades tomaron la decisión de suspender las clases. Cinco colectivos fueron incendiados en las regiones periféricas de la ciudad y un grupo de diez hombres llegó en una caravana compuesta de varios autos y disparó contra un cuartel, en el municipio de Osasco, en el gran San Pablo. En otra zona de la ciudad, dos hombres resultaron heridos al manipular una bomba casera que planeaban utilizar en un atentado, y en la Marginal, una de las principales avenidas de la ciudad, la policía encontró más explosivos en un auto.
Si bien los episodios fueron considerados aislados por la Secretaría de Seguridad, que afirmó que no forman parte de una nueva campaña organizada de terror, el temor quedó flotando en el aire. Mientras tanto, la contraofensiva de la policía continuó y más sospechosos cayeron en enfrentamientos. Hasta anoche eran más de 105 las personas muertas, y se sabe que la violencia de la reacción policial provocó también la muerte de inocentes, algo que no es inusual en San Pablo y en Río de Janeiro. Pero en este caso, el aumento de la violencia policial y el incremento del número de inocentes muertos ya puede ser considerado una de las consecuencias graves de la ola de terror de los últimos días. Las declaraciones "Si [los presos] fuésemos escuchados y atendidos dentro de la Constitución y dentro de la ley, nada de esto hubiese ocurrido", dijo el supuesto "Marcola" durante la entrevista televisiva. El "partido del crimen", como se conoce también al PCC, reivindica públicamente mejores condiciones de reclusión para los presidiarios. Los ataques se iniciaron cuando casi 800 presos, entre ellos la cúpula del grupo, fueron trasladados a una penitenciaria de máxima seguridad en el interior de San Pablo, de acuerdo con un plan de régimen disciplinario diferenciado, más estricto por tratarse de miembros del crimen organizado. "Nos están declarando una guerra, olvidándose de que están dejando a la sociedad a merced. Porque en una guerra en la que las dos partes tienen poder de fuego, creo que los únicos que pierden son los que no tienen nada que ver con ninguna de las partes", dijo ayer "Marcola" en la supuesta entrevista de la TV Bandeirantes. Sobre las acciones, fue directo: "Lo que fue visto, fue hecho". Y dijo que la decisión fue tomada "en conjunto" por los líderes del PCC. El delincuente, preso por asalto a bancos, negó que se hubiese negociado un acuerdo para detener los atentados. "Por mi parte, no", dijo, en rechazo de la pregunta. "Los ataques pararon. Fueron usados para resolver una situación cuando lo necesitamos [las condiciones de prisión]. Pero ellos [la policía] no quieren detenerse", agregó. La Secretaría de Seguridad reaccionó indignada ante la divulgación de la entrevista, que consideró falsa. "La Secretaría repudia la forma criminal e irresponsable en que las emisoras de la televisión Rede Record y Rede Bandeirantes transmitieron falsas grabaciones con líderes de facciones criminales, e informa que tomará todas las medidas necesarias para responsabilizar civil y criminalmente a los autores". Como inicialmente las autoridades también habían negado una negociación con "Marcola", y luego se reveló que incluso un avión de la policía militar había sido puesto a disposición para que su abogada mediara en la negociación, la desmentida pareció poco creíble y sólo sirvió para aumentar aún más la tensión.
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