El primer ministro británico, Tony Blair, ha llegado a Bagdad en una visita sorpresa con la que pretende mostrar su apoyo al nuevo Gobierno de Unidad iraquí, encabezado por Nuri Maliki. Blair tiene previsto reunirse con el nuevo primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, cuyo Ejecutivo, compuesto por 37 ministros, obtuvo el pasado sábado el apoyo del Parlamento. Rehusaron confirmar, sin embargo, "por razones de seguridad", si Balir viajará al sur del país para reunirse con las tropas de su país estacionadas en la zona. Las medidas a tomar para hacer frente al terrorismo y reducir la violencia en Irak centrarán las conversaciones del jefe del Gobierno británico en Bagdad. Los nuevos miembros del Gobierno, el primer de carácter permanente desde la caída de Sadam en 2003, asumieron su cargo aunque con dos de las carteras clave, Interior y Defensa, aún vacantes. Estos cargos, según el diputado chií Abbas Bayati, van a ser ocupados de forma interina durante una semana por Maliki y el futuro vice primer ministro suní Salam Zobaïe. En las últimas horas, el presidente de EEUU también ha mostrado su respaldo al nuevo Gobierno, cuya formación considera una derrota a los terroristas.
'Aliado' en la guerra contra el terror
Bush habló por teléfono con el presidente, el primer ministro y el presidente del parlamento en Irak y les reafirmó su apoyo porque entiende "plenamente que un Irak libre será un importante aliado en la guerra contra el terror, será una derrota devastadora para los terroristas y Al Qaeda, y será un ejemplo para los demás en la región que desean ser libres". En sus declaraciones, similares a las que realizó el sábado, Bush no hizo mención alguna de cuándo se retirarán las tropas de EEUU en Irak ahora que ese país árabe se encamina hacia la transición democrática, una de las condiciones que había fijado Washington. Tampoco hizo mención de la violencia que continúa sacudiendo al país. Precisamente, la llegada de Blair se vio precedida por dos nuevos atentados en el sureste de Bagdad. Al menos tres personas murieron hoy y otras 12 resultaron heridas en dos explosiones registradas en un mercado del sureste de Bagdad, una de ellas con coche bomba, según fuentes del Ministerio de Interior iraquí. La violencia ha aumentado en Irak tras la aprobación el pasado sábado del nuevo Gobierno iraquí, el primero no provisional en el Irak de la posguerra, encabezado por el chií Nuri Al Maliki. Unas veinte personas perdieron la vida en varios ataques ocurridos ayer en distintas áreas de Bagdad. Al Maliki prometió ayer luchar con fuerza contra "todas las formas de terrorismo" en el país.
En las últimas semanas han aumentado los atentados contra los militares británicos en Irak, y sólo este mes han muerto siete de ellos en Basora, unos 400 kilómetros al sur de Bagdad. Con esas bajas ha ascendido a 111 el número de los militares británicos que perdieron la vida en Irak desde el inicio de la invasión de este país árabe en marzo de 2003.
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