domingo, junio 18, 2006

Chapare, Bolivia Tierra de coca

Fruto evolucionado la mandarina: se pela con la mano y ya viene en porciones. Prodigio ideal para convidar en el medio de la selva, y eso es lo que hace Juan, sonriente y sin dificultad: en su campo, miles de mandarinas cuelgan de los árboles, insensibles a otras mandarinas que, cansadas de tanto colgar, se pudren tristes por el piso. Así es la abundancia, pero ahora, con una buena provisión frutal en los bolsillos, seguimos camino. Estamos en el corazón del Chapare, y aunque plante mandarinas, cebolla, también un poco de maní, Juan es, en esencia, cocalero. Ahora nos guía hacia su plantación. Como él, hay 23.000 cultivadores de hoja de coca autorizados en el Trópico de Cochabamba. Con las Yungas, en La Paz, es una de las dos áreas geográficas de Bolivia donde se puede plantar y vender coca con permiso. No es poco: la situación actual costó años de luchas y muchos muertos. Más de 300, según las cuentas del cultivador que, desde esta selva llegó al poder: Evo Morales, el presidente. Hoy se respira un clima de calma; o al menos de tregua, una tregua atenta. La presión militar, que se desplegó durante años a caballo de las políticas de erradicación de cultivos por la fuerza, atraviesa por bajos niveles. "Siempre habrá coca ", repite Evo cada vez que habla del asunto en público. Pero no habrá coca libre: aunque el Presidente sea uno de ellos, por el momento los productores se tienen que conformar con un cultivo de 40 metros por 40, nada más.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA