El Gobierno israelí estudia hoy ampliar su ofensiva en el Líbano, después de que la Conferencia de Roma no lograra un alto el fuego inmediato y apostara por obtener uno "duradero y permanente", tal y como exigía la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice. Precisamente, el ministro de Justicia israelí, Haïm Ramon, ha afirmado antes de la reunión que su país ha obtenido, a través de la cumbre celebrada el miércoles en la capital italiana, "la autorización para continuar" con sus operaciones. Al cumplirse hoy el decimosexto día de hostilidades ya han muerto más de 400 libaneses y 50 israelíes, entre ellos nueve soldados el miércoles en el asedio a la localidad libanesa de Bint Yebeil, el golpe más duro que asestó Hizbulá al Ejército israelí. La infantería israelí prosigue su ofensiva contra esa localidad fronteriza, mientras que la aviación atacó la pasada madrugada 90 supuestos objetivos de Hizbulá en el territorio libanés. Responsables militares israelíes han pedido a los habitantes de las aldeas del sur del Líbano que abandonen sus hogares, pues "en breve se producirá un ataque", en un llamamiento emitido por una emisora de radio y mediante octavillas. En Israel, el Gabinete para Asuntos de Seguridad, presidido por el primer ministro Ehud Olmert, se reúne para decidir si intensifica la ofensiva en territorio libanés, según medios israelíes. La prensa local cree que el Ejército extenderá su ofensiva a varias aldeas del sur libanés, mientras una fuente del Gobierno citada por la radio pública sin identificarla afirmó que las operaciones "seguirán hasta la victoria".
En la vía diplomática, el Consejo de Seguridad de la ONU no logró anoche consensuar un documento de condena a Israel por el ataque a un centro de observación de la ONU en el sur del Líbano, debido a diferencias en la calificación del incidente entre EEUU y el resto de miembros de este órgano. El desastre ecológico de la guerra afecta también a 80 kilómetros de la costa libanesa, indica el diario 'L'Orient-Le Jour'. El vertido al mar de unas 10.000 toneladas de gasóleo causado por los bombardeos contra los depósitos de la central eléctrica de Jieh ha ocasionado una marea negra cuya limpieza costará entre 10 y 30 millones de euros, añade el rotativo.
En la vía diplomática, el Consejo de Seguridad de la ONU no logró anoche consensuar un documento de condena a Israel por el ataque a un centro de observación de la ONU en el sur del Líbano, debido a diferencias en la calificación del incidente entre EEUU y el resto de miembros de este órgano. El desastre ecológico de la guerra afecta también a 80 kilómetros de la costa libanesa, indica el diario 'L'Orient-Le Jour'. El vertido al mar de unas 10.000 toneladas de gasóleo causado por los bombardeos contra los depósitos de la central eléctrica de Jieh ha ocasionado una marea negra cuya limpieza costará entre 10 y 30 millones de euros, añade el rotativo.
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