Líbano condiciona acuerdo político a un alto el fuego inmediato

El ministro de Exteriores en funciones del Líbano, Tarek Mitri, pidió hoy al Consejo de Seguridad que presione a Israel para que acepte un alto el fuego inmediato, ya que opinó que sin ello es imposible alcanzar un acuerdo político. "Un acuerdo político traería el fin de la violencia, pero previamente es necesario un alto el fuego, pues es imposible un arreglo político, mientras nuestros ciudades, pueblos y refugios están siendo bombardeadas", declaró. Así lo manifestó en una reunión a puertas abiertas del Consejo de Seguridad, en donde participó para instar a un alto el fuego inmediato y pedir una investigación sobre la matanza de Qana, en la que perdieron la vida más de 60 personas, entre ellas 37 niños, y que definió como "un crimen de guerra". "Hago un llamamiento para poner fin a la tragedia del Líbano. Lo hemos visto anteriormente, que estas agresiones no logran el objetivo que desean", señaló Mitri, quien se mostró "decepcionado" por la negativa de EEUU de apoyar un alto el fuego. Mitri aprovechó la ocasión para presentar los elementos que el gobierno del Líbano considera imprescindibles para alcanzar un acuerdo político con Israel, una vez se haya alcanzado el alto el fuego. El ministro mencionó la puesta en libertad de los soldados israelíes capturados por las milicias Hizbulá y la liberación de los prisioneros libaneses en cárceles de Israel, a través de la mediación de la Cruz Roja Internacional. Otro aspecto del acuerdo debería contemplar la retirada inmediata de Israel de la llamada "línea azul", trazada por la ONU tras la retirada del ejército israelí del Líbano en mayo del 2000.

También pidió que la controvertida área de las Granjas de Cheba, ocupadas por Israel, pase a jurisdicción de la ONU, mientras se decide la demarcación de las fronteras del Líbano. Del mismo modo, las fuerzas armadas libanesas debería ejercer autoridad en todo su territorio, especialmente en el sur del país, que debería estar desmilitarizado, como estipula el acuerdo de Taif. Mitri también vislumbró el despliegue de una fuerza internacional que permita el retorno de los desplazados a sus pueblos de origen y para garantizar la seguridad y la estabilidad en el sur del Líbano. Defendió que el operativo se haga bajo bandera de la ONU y sugirió la posibilidad de reforzar los efectivos y la capacidad de la actual Fuerza Provisional del organismo en el Líbano (FPNUL). "No queremos que la fuerza sea percibida como una fuerza que representa los intereses de una o más naciones en particular", señaló. El viceministro pidió a la comunidad internacional su pleno apoyo para la reconstrucción del Líbano, tras la tragedia que han ocasionado las ofensivas militares israelíes no sólo desde el punto de vista de la pérdida de vidas humanas, sino también desde el económico. Mitri destacó que estas propuestas han sido elaboradas por el Consejo del Ministros del Líbano, del que también forman parte los representantes de las milicias Hizbulá. Los bombardeos israelíes, según aseguró, han unido al Líbano más que nunca y se dirigió a la comunidad internacional para que impidan que prevalezca la "guerra y la desolación" y se permita a su país vivir con dignidad. "No dejen que el Líbano sea el escenario de batalla de ninguna guerra que sirve a los intereses de los demás", agregó. Por su parte, el embajador israelí ante la ONU, Dan Guillerman, calificó la intervención del ministro libanés de "muy emotiva y cándida" y dijo que la actuación de Israel no es contra el Líbano, sino contra "la monstruosidad que han dejado crear", en referencia a Hizbulá. "El Líbano debe tomar la riendas de su destino en lugar de llorar tanto ante el Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional", resaltó. Se refirió al Líbano como una "guarida de terroristas" e hizo hincapié en la necesidad de acabar con el "tirano del norte", en referencia a Siria, y con Hizbulá, en el sur.