El Ejército israelí y militantes de Hezbollah intensificaron sus combates en torno a la ciudad de Bint Jbeil, en el sur del Líbano, considerada el principal bastión de la guerrilla shiíta proiraní, mientras los misiles disparados desde ambos lados causaron al menos otros siete muertos en la ciudad libanesa de Nabatiyah y decenas de heridos en la de Haifa, en el norte de Israel. La policía libanesa informó que los tanques blindados israelíes aumentaron esta madrugada la presión sobre Bint Jbeil. Según los reportes, dos columnas de diez blindados tomaron posición en las colinas que dominan la ciudad, en la que está la comandancia militar de Hezbollah.
El avance se produjo en medio de enfrentamientos esporádicos en los que habrían quedado heridos por lo menos cuatro soldados israelíes. Pese al incremento de la presencia en el sur del Líbano, altos militares israelíes insistieron en que no hay intención de continuar la avanzada más allá de esa zona.
Por la madrugada, la aviación israelí bombardeó una casa en la localidad libanesa de Nabatiyah. Según la Policía, como consecuencia del ataque, murieron al menos siete personas, todos integrantes de la misma familia y entre los que había por lo menos dos niños. Poco después, Hezbollah lanzó más de una veintena de cohetes contra ciudades del norte de Israel. Por lo menos 16 impactaron en Haifa y dejaron al menos 25 heridos. Otros diez llegaron a las localidades de Safed y Nahariya sin causar víctimas. Hoy se cumplen dos semanas desde el comienzo de la ofensiva israelí contra Hezbollah en el Líbano, iniciada después de que la guerrilla shiíta atacara a una patrulla de soldados israelíes, matara a algunos de ellos y secuestrara a por lo menos dos. Inmediatamente, las incursiones israelíes fueron respondidas con una escalada de los ataques de Hezbollah a las ciudades del norte de Israel.
En los 14 días de enfrentamientos, ya son alrededor de 400 los muertos, en su mayoría civiles del Líbano, mientras que el número de heridos duplica esa cifra. Según organizaciones humanitarias, el conflicto, además, provocó el desplazamiento de unas 800.00 personas.
El avance se produjo en medio de enfrentamientos esporádicos en los que habrían quedado heridos por lo menos cuatro soldados israelíes. Pese al incremento de la presencia en el sur del Líbano, altos militares israelíes insistieron en que no hay intención de continuar la avanzada más allá de esa zona.
Por la madrugada, la aviación israelí bombardeó una casa en la localidad libanesa de Nabatiyah. Según la Policía, como consecuencia del ataque, murieron al menos siete personas, todos integrantes de la misma familia y entre los que había por lo menos dos niños. Poco después, Hezbollah lanzó más de una veintena de cohetes contra ciudades del norte de Israel. Por lo menos 16 impactaron en Haifa y dejaron al menos 25 heridos. Otros diez llegaron a las localidades de Safed y Nahariya sin causar víctimas. Hoy se cumplen dos semanas desde el comienzo de la ofensiva israelí contra Hezbollah en el Líbano, iniciada después de que la guerrilla shiíta atacara a una patrulla de soldados israelíes, matara a algunos de ellos y secuestrara a por lo menos dos. Inmediatamente, las incursiones israelíes fueron respondidas con una escalada de los ataques de Hezbollah a las ciudades del norte de Israel.
En los 14 días de enfrentamientos, ya son alrededor de 400 los muertos, en su mayoría civiles del Líbano, mientras que el número de heridos duplica esa cifra. Según organizaciones humanitarias, el conflicto, además, provocó el desplazamiento de unas 800.00 personas.
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